Una y otra vez – Gisela Córdoba ocupó una vivienda de dos jóvenes en el Barrio Las Flores. Violó el régimen de prisión domiciliaria. Una mujer de 33 años, acusada por la usurpación de una vivienda en el complejo habitacional del barrio Las Flores se encuentra detenida en la Cárcel de Mujeres, luego de que la policía detectara que había violado el régimen de prisión domiciliaria que cumplía por el crimen de un hombre en el departamento San Martín.
Su nombre es Gisela Córdoba y fue descubierta el 14 de octubre pasado, cuando el personal de la Subcomisaría 3a. de Las Flores la identificó por una denuncia por «usurpación y robo» realizada por una pareja de hermanos. Las víctimas fueron despojadas de su casa, pero también de sus pertenencias, ya que la ocupación se produjo durante el fin de semana largo, lapso en que los jóvenes fueron de visita a la casa de sus padres.
Reynaldo Bernardi, padre de los damnificados, denunció públicamente el caso hace dos semanas, y aunque la mujer que encontraron en su departamento del monoblock Nº 7 fue rápidamente detenida, actualmente el inmueble se encuentra ocupado por parientes de ésta. Mientras tanto, el Ministerio Público de la Acusación, a través del fiscal Andrés Marchi, trabaja en una solución a corto plazo, a los fines de evitar la prolongación en el tiempo del litigio y concretar así la devolución del bien a sus propietarios.
Domiciliaria suspendida
No obstante ello, llamó poderosamente la atención los graves antecedentes penales con los que contaba Gisela Córboba, la cual debería haber estado purgando una condena de 20 años, bajo el régimen de prisión domiciliaria en San Jorge, ya que tiene hijos menores a su cargo y actualmente estaría cursando un nuevo embarazo, informaron fuentes del caso.
Anoticiado de la situación irregular, el juez de Ejecución Penal de Las Flores, Alejandro Tizón, suspendió la medida que beneficiaba a la imputada, que desde entonces pasó a estar alojada en la Cárcel de Mujeres (U-4), hasta tanto se resuelva si le revocan la medida alternativa a la prisión bajo la órbita del Servicio Penitenciario Provincial.
Córdoba fue hallada culpable a mediados de 2010 junto a su marido Marcos Brochero y otro hombre llamado Juan Huck, por el homicidio de Alberto José Burdisso, ocurrido en la ciudad de El Trébol a comienzos del mes de junio de 2008.
La investigación estuvo a cargo del ex juez de Instrucción de San Jorge, Eladio García -hoy Fiscal Regional-, quien procesó al trío el 11 de julio de 2008. El 29 de septiembre del mismo año la causa fue elevada al Juzgado de Sentencia Nº 6 de Santa Fe, a cargo de Dardo Rosciani. Éste último sentenció a mediados de 2010 a Córdoba y Brochero a cumplir una pena de 20 años de prisión por el delito de «homicidio calificado por premeditación y alevosía»; mientras que Huck mereció 7 años de cárcel por «homicidio simple».
Plan macabro
Alberto Burdisso fue visto por última vez la tarde del sábado 31 de mayo de 2008, y sus amigos denunciaron la desaparición el lunes siguiente, cuando Burdisso no fue a trabajar al club Trebolense, donde estaba empleado. Hubo una larga e intensa búsqueda, hasta que su cuerpo fue hallado en el fondo de un aljibe, en un campo ubicado a unos 8 km de la planta urbana. El 20 de junio los Bomberos Voluntarios de El Trébol descubrieron el cadáver debajo de escombros y chapas que habían sido arrojados para ocultarlo.
Pronto la policía detuvo a una decena de personas, de las cuales tres quedaron seriamente comprometidas en la causa. Según se supo después, Brochero se había hecho pasar por el hermano de Córdoba, a la que entregó a Burdisso, que en poco tiempo se enamoró de ella.
El plan era despojar al hombre de 60 años de todos sus bienes y como golpe de gracia decidieron asesinarlo. Según reveló la autopsia, Burdisso estaba aún con vida cuando lo lanzaron al hoyo, y falleció días después por asfixia. Para tener una real dimensión del plan macabro, se supo que los asesinos realizaron dos llamadas al celular del hombre, para asegurarse que estuviera muerto.
El día que lo mataron, Burdisso había ido «a cortar leña» con Córdoba y Huck -nuevo pretendiente de la joven-. Brochero por su parte, llegó al lugar horas más tarde y para asegurar el fin lo sepultó bajo escombros y deshechos.
Sigue ocupada
El 14 de octubre no fue un día más para la familia Bernardi. Esa madrugada, Reynaldo, padre de Pablo y Paula, llevaba a su hijo varón a su departamento del barrio Las Flores, pero no pudieron entrar. Una mujer con sus dos hijos adolescentes aprovecharon el fin de semana largo para instalarse en el departamento de la calle Arenales al 7400, al que le rompieron la cerradura para poder entrar.
La denuncia quedó radicada en la subcomisaría 3ª de Las Flores y actualmente existe una investigación por «usurpación y robo» ante el fiscal Andrés Marchi, del Ministerio Público de la Acusación.
Según constan en la declaración de las víctimas, la cerradura estaba rota y había sido cambiada. Además, faltaban muebles como la mesa y tres sillas; un televisor LED; y la ropa de quienes hasta hacía pocas horas eran los legítimos habitantes.
Fuentes: El Litoral – El Trébol Digital – Foto: Francisco Díaz de Azevedo