– En su informe publicado este jueves, incrementó su estimación de rindes promedio de soja en el país del norte hasta 31,3 qq/ha, resultando en una producción de 106,5 M de tn. Esta cifra se encuentra un 16% por encima del último récord de 2009/10. Mientras tanto, para maíz anticipa una cosecha de 365,6 M tn, con rindes de 107,8 qq/ha. Estas previsiones impactan negativamente sobre el mercado y profundizan las caídas de precios que se vienen observando en las últimas semanas.
Según el análisis efectuado por la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Rosario, con estos números se confirma una importante recomposición de los stocks de ambos granos. En soja, si bien se espera ahora una mayor demanda de la industria y los exportadores norteamericanos, el flujo de oferta aumentaría los inventarios estadounidenses al cierre en un 265%, mientras que la campaña mundial finalizaría con un volumen de oferta remanente para 2015/16 que será 50% superior al promedio de los últimos 5 años. A esta situación se le agrega el incremento en el área a sembrar en Argentina y Brasil, donde a poco de comenzar los trabajos, el USDA prevé 1,4 M de ha más sumando ambos países.
En maíz, pese al mayor consumo proyectado para alimentación animal y biocombustibles, los stocks finales de Estados Unidos treparán por encima de 50 M tn, llegando al punto más alto de los últimos 10 años. En el plano mundial, el USDA efectuó un recorte de 5 M tn sobre la producción de China por efecto de la sequía, aunque sería cubierto con disponibilidad de stocks y sin recurrir a importación. Del mismo modo, en Argentina la producción del ciclo 2014/15 se ajustó en baja nada menos que 3 M tn, como consecuencia de un recorte de 400.000 ha en la superficie comercial (quedando en 3,25 M ha). Vale mencionar que la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR, en su última estimación publicada este martes, proyectó una potencial cobertura de siembra de maíz de 3,7 millones de hectáreas, lo que significa una pérdida interanual del 16%.
Finalmente, el USDA introdujo algunos cambios en la hoja de balance de trigo norteamericano, siendo el más relevante la expectativa de menores exportaciones y un mayor stock final. En tanto, a nivel mundial se ampliaron las expectativas de producción y comercio, aunque nuevamente creció el volumen esperado que iría al segmento forrajero. Esto obedece a la baja calidad de los granos en algunas regiones del hemisferio norte, como Europa occidental. Sobre la producción de Argentina se introdujo un ajuste bajista en la producción de 200.000 tn, quedando en 12,3 M de tn, merced a una leve caída de los rendimientos y una baja de 50.000 has en la superficie de cosecha.