– ROSARIO (NAP, por Raúl Milano *)
Un análisis del primer semestre de los remates realizados en Rosgan nos muestra la solidez de un mercado que mantiene volúmenes de animales presentados, pero que a la vez muestra una tendencia iniciada sobre fines de 2013 donde los precios recuperaron valores. Estos precios se mantuvieron relativamente estables en el tiempo aún en pleno período de zafra, tendencia que fue quebrada positivamente a partir de fines de junio y claramente consolidada en julio. De esta forma, el primer semestre del 2014 mantuvo amesetado el proceso evolutivo de la cadena con precios relativamente satisfactorios, pero claramente perdidosos en términos reales con una economía en un proceso acelerado de inflación.
Las lluvias incesantes junto a las inundaciones de vastos territorios litoraleños y zonas bajas de nuestras provincias son factores determinantes del incremento sostenido de precios tanto en el gordo como en la invernada, el ganado no podía quedar al margen del incremento incesante de precios de todos los productos pero su carácter de mercado casi perfecto hace que la ausencia de una oferta suficiente corrija vía precios.
La producción ganadera es una típica producción de mediano y largo plazo, no define acciones solamente en base a la coyuntura dado que el proceso biológico de sus animales requiere un tiempo imposible de acelerar. Hay un tiempo para entorar, un tiempo para gestar y un tiempo para destetar y recién comenzar el período de engorde, la coyuntura nacional generalmente genera expectativas negativas pero la producción ganadera solamente está asentada en la pasión por su producto sino sería imposible pensar como algunos todavía siguen produciendo cuando sus rentabilidades fueron claramente negativas en distintos momentos.
Las noticias del mundo y su demanda de carne siguen siendo el principal motivo de persistencia al amor por esta producción, todas las noticias que día a día recibimos son de un gran futuro, la aprobación de incluir a Argentina en la Resolución 481 de exportación de carne proveniente de sistemas de confinamiento es una perla más de buenas noticias para el sentido común.
No debemos olvidar que la ganadería es un producto 100 por ciento nacional que puede aportar lo que otras no pueden, traer divisas a un país sediento de dólares. Argentina necesita dólares y la ganadería se los puede dar siendo una actividad que no requiere de insumos importados y todo es el resultado del esfuerzo y la capacidad de sus actores