– Los beneficiados con esta línea especial de crédito deberían ser los tamberos del centro Oeste de la cuenca lechera santafesina y algunos distritos linderos al departamento Castellanos, cuyos establecimientos sufrieron serios anegamientos por las excesivas lluvias desde febrero a mayo inclusive, con pérdida total de pasturas, achicamiento de los rodeos y una baja de producción inédita estimada en un 40%. Pero como suele suceder en estos casos, la ayuda llega tarde y bajo condiciones que no son propicias a las circunstancias.
En la última asamblea de productores lecheros celebrada en la Rural de Rafaela el pasado jueves, los tamberos analizaron esta posibilidad (el crédito se había anunciado hace más de un mes) pero nadie quedó muy convencido de aprovecharlo, incluso muchos productores ya no están en la actividad porque la emergencia los precipitó del negocio empujándolos a otras actividades. Para aquellos realmente damnificados que aún soportan la coyuntura, este crédito no representa ningún alivio, puesto que la tasa sigue siendo elevada, el plazo y el período de gracia muy cortos, y el monto muy escaso para tambos que necesitan prácticamente refundarse luego de estar tres meses bajo agua. Además, no se trata de una ayuda directa del Gobierno sino de una intermediación oficial ante la banca privada, quien en última instancia establece las condiciones y garantías para la adjudicación.
Evidentemente, los tiempos burocráticos de la política no son los de la producción.
El crédito
El anuncio oficial para productores lecheros afectados por las inundaciones consiste en un convenio entre el Ministerio de la Producción y el Nuevo Banco de Santa Fe, que tiene por objetivo asistir financieramente a tamberos cuyas explotaciones se encuentren radicadas en los distintos distritos y/o departamentos en situación de emergencia y/o desastre agropecuario.
La línea crediticia posee un fondo total de 100 millones de pesos – las pérdidas en la zona se calculan arriba de los 1.000 millones- destinada a recomponer la situación productiva y la inversión de activo fijo y/o capital de trabajo.
Se establece una línea con una tasa fija nominal anual de 23,15 por ciento, sobre la cual la provincia bonificará 5 Puntos Porcentuales Anuales (PPA), resultando una tasa fija del 18,15 por ciento, a pagar por el productor.
Si bien desde la cartera productiva se informó que es inminente la firma de un convenio con el Gobierno Nacional para que éste subsidie otro 5% de la tasa, nada de esto está confirmado aún, y cabe suponer que nada pasará, puesto que se viene hablando al respecto (y sin avances) desde hace más de un mes.
En torno al plazo y período de gracia, se establece un máximo de 18 meses con hasta 3 meses de gracia incluido en el plazo máximo.
El monto por empresa es de un máximo de 400.000 pesos y el sistema de amortización es el Alemán (pago de Capital e Interés Mensual).
El punto crítico es que la entidad bancaria establece las garantías y condiciones de adjudicación; sabido es que la situación de los interesados en estos créditos hoy es muy compleja y de escasa solvencia, lo cual hace prever que tendrá muy poco impacto en el contexto general de la zona.
