Tradicional – Tuvo lugar en la tarde del martes. Se extendió a la noche entre danzas y juegos. Fue muy convocante la Fogata de San Juan.
Tuvo lugar en la tarde del martes. Se extendió a la noche entre danzas y juegos.
Como cada año, fue organizada por la gente del Chalecito Verde y se sumaron las instituciones.
«Aserrín, aserrán…» cantaron chicos y grandes alrededor del fuego que auyenta las «malas ondas».
«Nos gusta que la gente participe, queme mensajes tratando de dejara trás las cosas malas que les pasaron», señaló a este medio Graciela Pons y añadió: «Cada día le agregamos nuevas cosas y se sigue sumando gente. Estamos satisfechos».
La Fogata de San Juan
La Víspera de San Juan o Noche de San Juan es una festividad cristiana, de origen pagano (Litha),[cita requerida] en la que se suelen encender hogueras o fuegos, ligada con las celebraciones en las que se festejaba la llegada del solsticio de verano, el 21 de junio en el hemisferio norte, cuyo rito principal consiste en encender una hoguera.
La finalidad de este rito era «dar más fuerza al sol», que a partir de esos días iba haciéndose más «débil» ―los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno―. Simbólicamente el fuego también tiene una función «purificadora» en las personas que lo contemplaban. Se celebra en muchos puntos de Europa, aunque está especialmente arraigada en España, Portugal (Fogueiras de São João), Noruega (Jonsok), Dinamarca (Sankthans), Suecia (Midsommar), Finlandia (Juhannus), Estonia (Jaanipäev) y Reino Unido (Midsummer). En América Latina, en el nordeste de Argentina, Brasil (tiene Festas Juninas), Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Puerto Rico y Venezuela, la noche de San Juan. La noche de San Juan está así mismo relacionada con antiquísimas tradiciones y leyendas españolas como la Leyenda de la Encantada.
En muchos lugares no cabe duda de que las celebraciones actuales tienen una conexión directa con las celebraciones de la antigüedad ligadas al solsticio de verano, influidas por ritos precristianos o simplemente vinculados a los ciclos de la naturaleza. Sin embargo, en otros lugares (por ejemplo, España y Portugal) la existencia de una vinculación entre las celebraciones del solsticio de verano (en el hemisferio norte) que tiene lugar el 20-21 de junio y las celebraciones del día de San Juan (el 24 de junio) varían en función de las fechas, la discontinuidad en la celebración, las tradiciones y costumbres, etc. Pese a ello, se observan elementos comunes, como es la realización de hogueras en las calles y plazas de las poblaciones donde se reúnen familiares y amigos.
La vinculación de los ritos ligados al solsticio de verano con otra celebración popular y bastante extendida del mes de junio, las «verbenas de San Pedro» (el 29 de junio), resulta aún menos clara.