– Ya con más de la mitad de la cosecha de soja terminada, las estimaciones tanto privadas como públicas indican que será récord, con una producción de más de 55 millones de toneladas.
Esta semana la Bolsa de Comercio de Rosario aumentó su proyección a 55,7 M de toneladas. Sin embargo, uno de los puntos flojos durante las últimas dos campañas de la oleaginosa es la calidad.
Así lo afirmó la Dra. Martha Cuniberti, jefa del Laboratorio de Calidad de Cereales y Oleaginosas del Inta de Marcos Juárez durante el Seminario de Acsoja desarrollado la semana pasada en la localidad de Rosario.
Cuniberti hace 17 años que viene recolectando datos de calidad en la región núcleo. «Este año tenemos otra caída en proteína similar a la de la cosecha del año pasado», resaltó.
Durante la 2013/14, el contenido de proteína promedio, tanto de la soja de primera como de segunda, fue de 37,2%, mientras que en la cosecha anterior, el valor fue similar, de 37,1%.
Además, ante los últimos datos obtenidos la semana última, hubo una caída en el contenido de aceite más acentuada que la campaña anterior (21,7%), donde se obtuvo un 21% de aceite. «Ante una caída de la proteína sube el aceite, pero este año bajaron ambas», especificó.
Entonces, el Profat (proteína +aceite), que es lo que le interesa a la industria, fue uno de los más bajos de los últimos años. En cuanto a los motivos de esta caída tanto de aceite como de proteínas, Cuniberti resaltó que se debió a las condiciones ambientales durante el llenado de grano.
«Tuvimos días nublados, poca luminosidad, temperaturas bajas, y esto hizo que hubiera baja radiación», indicó.
Asimismo, la jefa del Laboratorio de Calidad de Cereales y Oleaginosas del Inta Marcos Juárez remarcó que hay que diferenciar lo que es soja deprimera como de segunda.»Hay menos contenido de proteína en la soja de primera que en la de segunda, porque la oleaginosa sembrada tempranamente es más rendidora», expresó.
Así, Cuniberti remarcó que este año se obtuvo un 36, 3% en la de primera, y en soja de segunda, un 38% de promedio. «Lo ideal sería volver al cultivo detrigo. Deberíamos incrementar el área con el cereal y producir los volúmenes que teníamos en años anteriores y aprovechar para hacer soja tardía», sostuvo.
En esta sentido, esto serviría para incrementar los niveles de proteína al mezclar las sojas sembrada en diferentes fechas para amortiguar la caída de la proteína de la de primera.
«Desde el punto de vista genético, tenemos buen equilibrio de producción/calidad. Las variedades son de alto rendimiento y de alta proteína, pero a veces no se puede expresar por ambiente», aseguró.
Igualmente, la doctora destacó que el productor no puede controlar el porcentaje de proteína como de aceite. «Sólo puede aplicar más nutrientes (fósforo y azufre) que eso ayuda a una mejor asimilación del nitrógeno (Fijación Biológica de Nitrógeno), ya que este nutriente es sinónimo de proteína», indicó. (Ver recuadro).
Por su parte, Cuniberti señaló que los más perjudicados son las industrias sojeras, ya que se ven castigada por no llegar a los niveles que exige laexportación (47%) a pesar de que se hayan bajado las exigencias, alcanzando un 46,5%.
«Esto es malo para el país, porque castigan la mercadería y se pierden divisas», explicó. Yi resaltó que además se debe recurrir a condiciones de procesamiento que lo encarecen para disminuir la humedad para concentrar, con los riesgos que eso trae en la industria como el polvo en suspensión y otros factores que inciden negativamente.
«La Unión Europea bajó el porcentaje de compra al país; por este motivo, la mercadería se vende a otros mercados que pagan menos que el bloque europeo», especificó.