El ministro Ramos recorrió los talleres – El contrato garantizará trabajo hasta fin de año a unos ochenta obreros de que estaban desocupados. El monto de inversión será de más de 32 millones. «Por mandato de la presidenta, Cristina Fernández, la disposición del ministro Aníbal Randazzo y el acompañamiento de todos los que llevamos adelante este proyecto es que impulsamos este proceso de inversión en el que los trabajadores tienen un rol preponderante», dijo ayer el secretario de Transporte de la Nación, Alejandro Ramos, a los empleados de la compañía Sabb SA en María Juana, poco después de comunicarles la mejor noticia que recibieron en años: la empresa estatal Belgrano Cargas firmó un contrato de trabajo para la recuperación de 59 vagones de carga que le garantizará a los 80 obreros de Sabb SA continuidad laboral hasta fin de año.
Se trata de un contrato que se firmó la semana pasada para la reparación a nuevo de una serie de vagones con tolva mineralera por un monto total de 32.107.638 pesos, con un plazo de ejecución de 220 días.
La noticia fue comunicada ayer por Ramos a la planta de trabajadores y a la comunidad de María Juana en una recorrida de los talleres que Sabb posee en la localidad y que a fines de 2013 albergaron la amargura y el desconcierto ante un inminente cierre por falta de tareas.
Movilizados por la impotencia y sin saber qué puertas golpear a mediados de diciembre último los obreros convocaron a este diario para contarle al país que la primera y más importante fábrica de vagones de carga de la Argentina cerraría sus puertas. «El último golpe al estado de ánimo de los trabajadores, únicos responsables de que la empresa continúe en funcionamiento, lo dieron las noticias de que ingresarían al país vagones fabricados en China», contó entonces el delegado de la seccional María Juana de la UOM, Rubén Santiago, quien ayer narró con inmensa alegría que «tras difundida la problemática de la fábrica desde la Secretaría de Transporte se comenzó a trabajar en la elaboración del contrato para garantizar trabajo a la planta».
«El Estado, los empresarios serios, responsables y respetuosos de los trabajadores, los obreros, sus representaciones gremiales y toda la industria nacional tiene, a través de este proceso de inversión, una oportunidad histórica», señaló Ramos al tiempo que pidió «mucho empeño, esfuerzo y creatividad en el desafío que comenzarán en los próximos días para demostrar que desde aquí se puede ofrecer precio y calidad que finalmente llevarán a garantizar la continuidad laboral».
En ese contexto Ramos apuntó que el director de Belgrano Cargas, Marcelo Bosch, quien también visitó ayer la fábrica «tiene instrucciones claras de exigir y a partir de allí generar confianza con los recursos humanos existentes, aportar capacitación al personal, formación en el oficio para los jóvenes e incorporar a los representantes gremiales en el proceso de crecimiento».
«Esto quedará en nuestra historia como un buen ejemplo de la recuperación de nuestra industria. La compañía Belgrano Cargas hoy da trabajo a nuestra gente en un gesto de alcance federal que permite la relación con una compañía del interior. Quedan por delante muchas horas de trabajo y mucho esfuerzo pero también el desafío de que juntos podemos volver a tener el ferrocarril que todos soñamos», se emocionó el funcionario y aseguró que «ustedes deben quedarse tranquilos porque siempre vamos a acompañar desde el Estado a las empresas serias y respetuosas».
Ramos convocó además a que todos los actores aporten su cuota de esfuerzo para potenciar el desarrollo de la localidad y de la región. «Hoy el Estado nacional está presente a través del presidente comunal, Eduardo Abdo, para garantizar esta inversión ferroviaria y a través de la articulación con el gremio para mejorar las condiciones de los trabajadores».
Desde oriente
Respecto al material rodante que se importa desde China, Ramos explicó que «el acuerdo que hicimos con China está directamente vinculado en primer lugar con la capacitación y formación de nuestra gente. Después tenemos unas tratativas para comprar insumos que no se fabrican en nuestro país con la escala y el financiamiento que necesitamos. De esta manera, con la compra de esos insumos y articulando gestiones le estaremos garantizando trabajo a todos los talleres ferroviarios del país durante tres años».
Por su parte Bosch sostuvo que «las directivas que tenemos son muy claras, mantener la fuente de trabajo y que se recupere de a poco lo que había en este país. Trabajamos entonces para que se generen las condiciones para que esto se empiece a dar».
«Con todo este proceso, con el ferrocarril en manos del Estado, pretendemos generar este tipo de trabajo en los talleres y a su vez ofrecer tarifas diferenciales o subsidiadas a toda la industria regional como el vino de Mendoza, la aceituna de La Rioja, al carbón de Chaco y al tabaco de Jujuy y Salta, entre otras. Eso es lo que estamos haciendo de a poco», remarcó Bosch.
Al finalizar la recorrida el jefe comunal sostuvo que «todo el pueblo de María Juana está sumamente agradecido por el apoyo del gobierno nacional que apuesta a la recuperación de la industria nacional y al trabajo argentino».
Sobre el final, tanto el secretario general de la UOM Rafaela, Roberto Oesquer, y el delegado en María Juana, Rubén Santiago, agradecieron el esfuerzo del gobierno nacional. «En principio agradecemos a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, al ministro Aníbal Randazzo y al titular de la UOM, Antonio Caló, por las gestiones realizadas», señalaron.
Una larga historia
En 1950, Bautista Buriasco presentó al presidente Juan D. Perón el diseño de un vagón de cargas que se podía construir en el país. El proyecto gustó al mandatario y así nació la fábrica de vagones de María Juana, con un primer contrato por 2 mil unidades. Allí se construyó el primer vagón nacional. Hasta hoy se manufacturaron más de 10 mil vagones de carga de distintas características y trochas, el 70% de los existentes en la red ferroviaria nacional. La compañía hoy trabaja bajo la firma Sabb SA y posee una planta de 32 mil metros cuadrados cubiertos, con equipo e infraestructura de una metalúrgica pesada, capacitada para producciones seriadas en óptimas condiciones operativas.
Desde mediados de los 90 la compañía sufrió el impacto de la desindustrialización en el país y el abandono de la red ferroviaria. Entonces capearon el temporal con trabajos alternativos, algunos esporádicos y otros que no llegaron a buen puerto como construir barcazas navales.
Fuente: Infosastre.com.ar