Tiran bidones de un tóxico en un canal de San Martín de las Escobas

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Gravísimo – El jefe comunal dijo que la actitud de un productor tira por la borda todo lo hecho en campañas de prevención. Encontraron 15 recipientes de 20 litros de glifosato y 10 más con herbicidas. El flamante jefe comunal de San Martín de las Escobas, Víctor Banchio, detalló a LaCapital que aparecieron «15 bidones de glifosato de 20 litros y otros 10 de otros herbicidas de cinco y 10 litros cada uno tirados en el curso de un canal que pasa por la localidad». En la zona se encontraron además peces muertos, como moncholos y mojarritas.

Los recipientes que contenían líquidos tóxicos estaban vacíos, pero sin lavar seguramente arrojados luego de finalizar tareas de fumigación. Fueron tirados en un desagüe de aguas, que proviene del este de Córdoba, pasa por Crispi y Sastre, y llega a San Martín de las Escobas para terminar en el arroyo Corralito.

Indignación. «El personal de la comuna, y con el cuidado y asesoramiento profesional correspondiente, retiró los bidones. Estamos muy preocupados por este hecho que ocurrió. Tira por la borda todo lo realizado en campañas de prevención y concientización entre los productores para que se respeten las legislaciones vigentes en la materia de cuidado del medio ambiente. En esta zona la mayoría de los productores son responsables. Este hecho es una barbaridad de uno, pero desprestigia a todos». Se está trabajando para detectar al culpable de la irresponsabilidad y, de identificarlo, se le aplicará el castigo que permita la ley», dijo indignado el jefe comunal.

«Suponemos que los bidones vienen de aguas arriba, del lado de Sastre y que fueron arrojados no hace mucho, unos días antes de Navidad porque no están deteriorados», dedujo Banchio, quien recordó que en marzo de 2012 había ocurrido un hecho similar que provocó gran alarma en la zona (ver aparte).

En San Martín de las Escobas, que tiene una población de unos tres mil habitantes, es costumbre de algunos pobladores en esta época ir a pescar al canal con sus hijos. «El canal ahora no llega a un metro de agua, pero hace un mes tuvo cuatro metros. Suele ser agua transparente y se pueden ver los pescaditos», describió Banchio.

«Es lamentable pensar que un productor o un aplicador haya tirado esos bidones allí sea por desidia o irresponsabilidad. La ley fija triple enjuague antes de depositarlos en silos con alambre y luego trasladarlos a lugares que no contaminen. En la zona se respeta la fumigación a 800 metros de radios urbanos y a 1.500 de manera aérea y como hay escuelas rurales en el área se trata de tener cuidados, se observa el sentido de los vientos antes de fumigar. Y ahora pasa esto por un irresponsable», dijo lamentándose el jefe comunal, quien también hasta que asumió como mandatario era productor rural.

«La comuna seguirá en la tarea de concientizar sobre las fumigaciones y los cuidados con los elementos que se emplean, se hará mediante gacetillas que se envían junto a los impuestos. Sobre lo ocurrido ya avisamos a la provincia e incluso hace unos días vino un asesor de la Gobernación, quien observó la zona conmigo», dijo el jefe comunal del Frente Progresista, quien asumió hace unas semanas.

Recorrida. Efectivamente el asesor de la Gobernación, Luciano Caturelli, hace una semana realizó una recorrida por San Martín de las Escobas. «Fuimos junto el presidente comunal hasta el lugar donde se hallaron los bidones en su mayoría de glifosato. Estos quedan estacionados en ese sitio porque el agua del canal hace un remolino al cruzar el puente», explicó Caturelli.

Mala práctica agropecuaria.El funcionario agregó que «también es real que muchos municipios y comunas de la zona cuentan con profesionales pagos que brindan asesoramiento a productores a la hora de la fumigación. Lo concreto es que aquí ha habido no justamente una buena práctica agropecuaria, ya que se desprendieron de los bidones, arrojándolos al canal sin tener en cuenta el daño que ocasiona a la flora y fauna del lugar en el recorrido que viene realizando el agua por el canal hasta llegar al río».

Además acotó Caturelli que se comete otro daño peligroso «teniendo en cuenta que este canal, en la desembocadura del Romero-Corralito, se ha convertido en un pasatiempo donde los padres con sus hijos van a pasar la tarde pescando y disfrutando de la naturaleza y por lo que se aprecia, se ven muchos pecesitos muertos».

Fuente: La Capital – Edición: El Trébol Digital

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