El martes 10 – Ante un Cervantes colmado, juraron el Intendente y los nuevos Concejales.
Por Francisco Díaz de Azevedo El acto de asunción de nuevas autoridades tuvo de todo. Emociones, abrazos, discursos y una catarata de aplausos.
Fue en el Teatro Cervantes – que lució colmado – en la tarde del martes.
Primero juraron los nuevos ediles electos. Carlos De Lorenzi, Natalia Sanchez y Gustavo Sanchez. Luego hablaron los salientes.
Le tocó el turno a Pablo Candiz, un rato después, Carlos Lépore, arrancó la primera ovación.
Seguidamente juró Marcelo Turletti como nuevo Presidente del Concejo. El público del Frente Progresista contestó con otra ola de aplausos interminable.
Como broche de oro, le tocó hablar a Almada, que cuando juró se llevó gritos y aplausos de pie.
Parecía una cancha de fútbol, pero siempre con gestos respetuosos de las «parcialidades». La gente puso la pasión siempre en tono festivo y respetuoso. La cordura la pusieron los funcionarios. Todos hablaron de «unir» y de «consensuar» y el discurso pareció creíble, salvo que segundos después algún/a pariente/a muy cercano/a de algún/a funcionario/a, corrió de lugar a un periodista que intentaba tomar una foto diciéndole «vos sos de los otros».
El resto estuvo bien. Hubo abrazos, de esos que no hay en el Concejo. Por lo menos ante la gente los hubo.
Sin embargo la primera experiencia del nuevo Concejo fue con problemas para consensuar. Una radiografía de lo que vendrá?
Si uno se fía por los abrazos, no debería ser así, si uno se fía por los hechos adentro del recinto, será un año durísimo el 2014.
No porque el 2 – 4 sea mejor o peor que el 3 – 3. Lo peor es creer que ese «ser de los otros» es no ser del pueblo, aunque no esté en lo cierto, porque esas son las cosas que no construyen.
Ojalá los funcionarios no piensen como sus parientes. Por el bien de 14.500 personas, que forman una ciudad.
