Otra noche de guerra callejera en Brasil – Grupos de encapuchados se enfrentaron con la policía. Hay más de 200 detenidos. Anoche, la región central de San Pablo y de Río de Janeiro fueron, una vez más, escenarios de una guerra callejera entre manifestantes, pacíficos y Black Bloc, y las policías militares carioca y paulista. A media noche había más de 200 detenidos por las protestas en ambas capitales, que tuvieron una intensidad comparable a los momentos de auge del movimiento juvenil de junio último.
Todo había comenzado en calma como otra protesta de docentes de escuelas primarias y medias que buscan mejoras salariales y una nueva categorización. Pero cuando la columna de San Pablo, que se dirigía al Palacio de Bandeirantes (la casa de gobierno provincial), llegó a la avenida Marginal Pinheiros, el enfrentamiento fue inevitable.
Al comienzo de las movilizaciones, los manifestantes de caras cubiertas, que ya son un símbolo, habían dicho que no habría refriegas. Convocada por el sindicato de profesores paulistas, se pudo ver en la manifestación a jóvenes que portaban carteles de distintas organizaciones estudiantiles y políticas. Allí estaban los de la Unión Nacional de Estudiantes y la Unión de Juventud Socialista. Pero también había del sector sindical y de una organización llamada Red Emancipa.
En Río, también convocada por el sindicato fluminense de profesores, la manifestación había partido anoche desde la Iglesia de la Candelaria. Y seguía su curso por una de las avenidas centrales de la ciudad, la Río Branco. Pero en Cinelandia, en el corazón del centro carioca, comenzaron los enfrentamientos.
Los manifestantes armaron barricadas y las incendiaron, para enfrentar a la policía, que no vaciló en utilizar armas de fuego con balas de plomo. Es más, hay un estudiante herido de bala, internado. En tanto, desde las escalinatas del Teatro Municipal, jóvenes enmascarados se defendían de la policía con cascotes.
Tanto en una como otra ciudad, los jóvenes llevaban pancartas contrarias a los respectivos gobiernos provinciales, el de Geraldo Alckmin, en la capital paulista, y el de Sergio Cabral, en Río. En esa ciudad, la policía detuvo a 150 manifestantes. Muchos de ellos, eran menores de edad.
Fuente: Clarin.com
