Profundo, puro y con sentimiento – Niños de toda la región llevaron adelante un acto donde también se inauguró el Monumento de los Niños por la Paz. La obra pertenece a Mario Amurri.
Por Francisco Díaz de Azevedo Fue emotiva la marcha de los niños por la paz que se realizó en El Trébol.
En tiempos donde «todos contra todos», en momentos en que la paz en el mundo pende de un hilo, en tiempos donde las acciones políticas arrasan con las buenas intenciones, un puñado de docentes y cientos de niños hicieron fuerte un deseo: La paz en el Mundo.
Cientos de chicos de las escuelas de la ciudad, de Piamonte, María Susana y otras localidades se unieron en la mañana del viernes para hacer volar su deseo desde este pequeño rincón del Departamento San Martín y que su voz se escuche en cada lugar de la tierra.
Y todos los niños y sus maestras, con pancartas y banderas, vestidos de blanco, llegaron al predio del Anfiteatro Ecológico, donde estaba emplazado y tapado el nuevo «Monumento de los niños por la paz» – el anterior, colocado en la Ciudad de los niños- había sido destruido por el paso del tiempo y manos dañinas-.
Con la voz de «Caco» Ansaldi entonando entre otros «Que canten los niños», «Aprendiendo a volar» y «Vientos de cambio», con palomas mensajeras volando por el aire y con miles de papelitos y grullas que cayeron desde un avión, el acto tuvo momentos de suprema emoción.
«En tiempo donde todos contra todos» un puñado de almas pidieron que haya paz. Y la paz no sólo debe ser la antítesis de los estiletazos bélicos, la paz debe estar también en los pueblos, en los medios, en las acciones y en los deberes.
Los niños y sus maestras, con la idea origiunal de la Escuela Belgrano y su Directora Marcela Dominguez, así lo entendieron. El arte de Mario Amurri y esa bandera de círculos rojos así lo reclama.
Que sus voces sean escuchadas!
