Las revueltas árabes y el papel de la comunidad internacional

Mea culpa de la ONU por Siria: «Es un fracaso colectivo» – Ban Ki-moon usó su admisión para presionar a las potencias a que encuentren una salida de la guerra civil. Las atrocidades perpetradas en Siria en el marco de su guerra civil representan un «fracaso colectivo» para toda la comunidad internacional, incluidas las Naciones Unidas. Con ese inusual mea culpa, el secretario general del organismo, Ban Ki-moon, buscó presionar ayer a las principales potencias mundiales para que resuelvan rápidamente la crisis por las armas químicas de Damasco y tomen acciones para frenar el conflicto bélico en el país árabe.

«Nuestro fracaso colectivo en prevenir las atrocidades cometidas en Siria desde hace dos años y medio pesará duramente sobre la reputación de la ONU y de sus Estados miembros», dijo Ban, durante un debate celebrado en la Asamblea General del organismo.

Las declaraciones de Ban se producen después de que Estados Unidos aceptó debatir una propuesta rusa que podría frenar la intervención militar de Washington en Siria. Para evitar un ataque de Estados Unidos, Moscú instó al régimen de Bashar al-Assad a entregar su arsenal de armas químicas, una petición a la que, en principio, se sumó Damasco, acusado de haber realizado un ataque químico el pasado 21 de agosto, que dejó más de 1400 muertos, según la Casa Blanca.

El secretario general de la ONU expresó su esperanza en que las conversaciones sobre las armas químicas de Siria «llevarán al Consejo de Seguridad a tener un rol eficaz para poner fin a la tragedia».

Los cinco miembros permanentes del Consejo (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido) se reunieron ayer a puertas cerradas para abordar el conflicto. La postura de Washington, Londres y París, partidarios de aplicar sanciones militares al régimen choca con el rechazo de Moscú y Pekín a cualquier solución que no sea meramente política.

La reunión del Consejo de Seguridad precedió a la que mantendrán hoy en Ginebra los líderes de la diplomacia de Estados Unidos y Rusia, John Kerry y Sergei Lavrov, respectivamente. En ese encuentro, las dos potencias tratarán de llegar a un acuerdo sobre cómo instrumentar la propuesta rusa de poner bajo control internacional el arsenal de armas químicas del régimen sirio.

Mientras los esfuerzos diplomáticos se intensificaban ayer, investigadores de la ONU señalaron en un informe que las fuerzas gubernamentales y los grupos rebeldes más radicalizados continúan multiplicando los crímenes de guerra.

«Las fuerzas gubernamentales y las milicias afines al régimen siguen realizando amplios ataques contra la población civil, perpetrando asesinatos, torturas, violaciones y desapariciones forzadas, considerados crímenes contra la humanidad», señalan los autores del informe, todos ellos juristas de renombre internacional.

Liderados por el brasileño Sergio Pinheiro, la comisión incluyó en el informe una recopilación de pruebas sobre los crímenes más graves ocurridos entre el 15 de mayo y el 15 de julio pasados, la mayoría atribuidos al régimen.

Pero los rebeldes tampoco se libran de las críticas de la ONU. A las fuerzas antigubernamentales también se las acusa de crímenes de guerra similares, así como de haber sitiado y bombardeado de manera indiscriminada barrios civiles.

El informe confirma alguno de los temores con respecto a la oposición y su radicalización por la infiltración de combatientes extranjeros y la relevancia que ganaron grupos extremistas que entraron en la lucha, algunos de los cuales están incluidos en listas internacionales de organizaciones terroristas.

En el dossier se hace referencia también a los grupos armados kurdos, que operan en el norte de Siria, donde se concentra esta comunidad, y se los acusa de reclutar y utilizar menores como soldados.

Entre los crímenes que relata el informe, se hace hincapié en que la «violencia sexual» tiene un rol predominante en la guerra. Unas violaciones que se perpetran por parte del régimen principalmente en «puestos de control, centros de detención y prisiones de todo el país».

La comisión investigadora presentará el documento el próximo lunes ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra. El informe -el séptimo que la comisión presenta desde su creación- también se refiere a la evolución de la guerra civil y constata que las fuerzas gubernamentales han recuperado el control de ciudades y centros económicos importantes en Siria, a excepción de la localidad de Aleppo.

Al referirse al informe, el grupo de expertos señaló ayer que el fracaso de un arreglo político del conflicto no sólo condujo a «una mayor intransigencia» de los dos bandos contendientes, sino también a extender la guerra, «con nuevos actos y crímenes antes inimaginables».

«Optar por una acción militar en Siria intensificará el sufrimiento de los civiles dentro del país y no ayudará a una solución del conflicto», sostuvieron los expertos.

Fuente: Lanacion.com.ar