– Consultoras señalaron que en los próximos meses la disponibildad hídrica para el cultivo irá variando. Un informe de la consultora CCA difundido por Granar advirtió tres escenarios hídricos para la floración del trigo.
En dicho análisis, la consultora destacó los siguientes puntos:
«La actualidad del trigo presenta matices de disponibilidad hídrica en el sur de Santa Fe y en sectores del centro este y sudeste de Córdoba, sin alcanzar un estado que afecte o condiciones su evolución futura, claro está, septiembre deberá mostrar cambios. El centro de la parte norte de Buenos Aires, como así también todo el núcleo triguero del sur avanzan más holgados. Partiendo de este breve diagnóstico podemos similar cual sería la disponibilidad de humedad del cultivo calculando el balance hídrico hacia mediados de octubre teniendo en cuenta diferentes escenarios pluviales. Comenzamos por el que a priori se presenta como el menos probable, es decir, con precipitaciones por encima de los valores normales.
Escenario húmedo
El mes de agosto ha corrido su primera quincena dejando un panorama de lluvias deficitarias no solo en la región pampeana, sino en gran parte de las zonas productivas del país. Más allá de que en algunas áreas este patrón no resulta para nada inverosímil, comienza a definir un escenario con mayor demanda de agua para comienzos de septiembre, principalmente si se valida la pobre oferta que anticipan los pronósticos de mediano palazo. En este sentido el cambio hacia un patrón que acumule lluvias abundantes hasta mediados de octubre, parece ser el menos probable de lograr. De ocurrir, la situación hídrica sería la siguiente.
Este escenario sería muy benéfico para la zona central de la región pampeana, que ya en la última parte de septiembre comienza a tener lotes en floración, los cuales van alternando esta condición hasta mediados de octubre. Por el contrario el núcleo del sur, con un arranque más holgado refleja condiciones donde podrían aparecer problemas vinculados a los excesos hídricos.
Dado que los indicadores de escala planetaria (ENSO: Niño/Niña), se mantienen estado neutral y con muy escasas chances de cambio hasta mediados de octubre, este escenario podría concretarse a partir de que se presente un litoral atlántico cálido, lo cual tampoco se está evidenciando. Esto en principio, nos direcciona a pensar que la situación que se plantea en el mapa no sería la más representativa hacia mediados de octubre.
Escenario Normal
La variabilidad intermensual en el patrón pluvial ha sido un constante en los últimos años. Si analizamos las perspectivas para el resto de agosto y la sumamos a lo que ya dejó el bimestre previo, podemos reconocer que la única zona que ha logrado un patrón de lluvias más cercano al normal es el sudoeste de BA. En el resto de la región pampeana las precipitaciones han sido deficitarias y esto se arrastrará al comienzo del trimestre de primavera. No obstante, esto el comportamiento de julio ha tenido una influencia benéfica en el sur, que las coberturas y los barbechos han sabido aprovechar manteniendo un buen nivel de humedad en el perfil. Si la transición estacional que puede insinuarse en el NEA hacia finales de mes o en la primera semana de septiembre comienza a influir sobre la región pampeana, podríamos estar dando el primer paso hacia una normalización del patrón pluvial, lo cual a mediados de octubre permitiría que el trigo se encuentre ante un escenario como el siguiente.
Esta hipótesis pluvial resulta en un balance hídrico favorable, aún cuando Santa Fe y el este de Córdoba se presentan con una disponibilidad más ajustada. En todo caso en estos sectores se podrá poner a prueba el mayor desarrollo radicular que en principios logran los plantines que son exigidos por condiciones más precarias de humead durante el invierno. Este desarrollo facilitaría alcanzar humedad de niveles más profundos. El resto del área triguera se posiciona entre lo adecuado y lo óptimo.
Escenario Seco
Si el patrón dominante durante el invierno no muestra señales de cambio en la primera quincena de septiembre, este escenario puede ganar posibilidades de establecerse dado el peso que gana la persistencia sobre la actividad propia de la transición estacional. Normalmente las lluvias de comienzos de primavera tienen una notoria variabilidad, incluso alcanza comportamientos extremos, hacia la sobreabundancia como el año pasado o hacia condiciones deficitarias como en otras ocasiones. El tema es el oportunismo del arranque de las precipitaciones. La dinámica atmosférica del cambio estacional, naturalmente favorece un aumento de la actividad conducente al desarrollo de sistemas precipitantes y teniendo en cuenta que no hemos transitado un invierno demasiado riguroso, las masas de aire húmedo deberían posicionarse en la región pampeana en la primera quincena de septiembre. Si las lluvias reaparecen pero con una oferta que no se acerca a los acumulados normales, podríamos alcanzar mediados de octubre bajo el siguiente panorama.
Las provincias de Santa Fe y Córdoba ya se desenvolverían dentro de un nivel de exigencia poco favorables para el cultivo. Las reservas también se acortan sobre el resto de la zona núcleo tributaria de Rosario, perfilándose un escenario adecuado para los trigos del sur, que a esa altura recién ingresan a floración (los sembrados en forma temprana).
Estimamos que a mediados de octubre la disponibilidad hídrica tendería a ubicarse entre el escenario seco y el normal, con bajas chances de que se concreten sobreofertas de agua destacadas, no al menos a gran escala. Es posible que se definan bolsones más húmedos, pero visto desde hoy no aparecen indicadores que promuevan un corrimiento hacia la abundancia generalizada del patón de lluvias.
Por lo pronto la última parte de agosto será dominada por la presencia de masas de aire más templadas y que lentamente van incorporando humedad. Septiembre es la llave pluvial del semestre cálido y su comportamiento es sumamente variable, por lo tanto es interesante plantear la hipótesis de los tres escenarios».