Misteriosa reunión entre el autor de las fotos y el empresario K – Triviño se vio con Báez quien había dicho que le conservará el trabajo si actuó de buena fe. «No tengo nada que temer», fue la respuesta que dio Sergio Triviño ante la Policía de Santa Cruz, rehusando de esta manera que se le brinde custodia policial.
Las autoridades de la fuerza de seguridad, labraron un acta que fue remitida al juez Sebastián Casanello donde se dejó constancia de que Triviño rehusó tener seguridad brindada por la Policía. «Está todo bien, yo trabajo en Austral Construcciones y no veo la necesidad de contar con custodia», planteó en su descargo el hombre que habría sacado las fotografías del supuesto desmantelamiento de la bóveda en la chacra de Lázaro Báez que reveló la diputada Elisa Carrió.
El personal de la fuerza de seguridad estuvo dos días constatando domicilios para cumplir con el oficio judicial de brindar custodia a Triviño, la última vivienda a la que se acercaron fueron unos departamentos ubicados en la calle Urquiza 282 que serían propiedad de Lázaro Báez. Sin lograr dar con su paradero, el acta se labró cuando Triviño se presentó en la Unidad Regional y pidió que no se cumpla lo determinado por la Justicia como medida de seguridad.
Ayer a la noche fuentes cercanas a la fuerza de seguridad, c onstataron un encuentro entre Báez y Triviño que finalmente no eran tan desconocidos como aseveró en sus primeras declaraciones el empresario, quien se retractó hace dos días y dijo conocer al trabajador de Austral Construcciones. Al cierre de esta edición no se supo qué temas trataron.
«Seguirá trabajando si comprueba que no obró de mala fe», fue la respuesta de Lázaro Báez mientras mostraba las instalaciones de sus invernaderos. Según se pudo conocer, Triviño declaró ante la Fiscalía de Río Gallegos que Fabián Coli, otra de las personas que proporcionaron información del sótano de la vivienda de Báez, habría obtenido las fotografías «sin su consentimiento y con intereses políticos».
Por su lado, Fabián Coli quien estuvo dos horas en la Fiscalía de la doctora Patricia Kloster declarando, explicó que recibió un mensaje grabado, con voz distorsionada, amenazándolo de muerte y que él no habría entregado de forma directa el material fotográfico. Anoche se presentó a su lugar de trabajo con familiares.
Triviño no era un desconocido para Lázaro Báez. No sólo trabaja en Austral Construcciones hace más de cuatro años, sino que también ofició de «puntero político » para el empresario kirchnerista en sus fallidos intentos de perfilarse políticamente. «Triviño estuvo presente cuando después del 2009 Báez reunió a mucha gente en los galpones que pertenecían a Gotti y se comenzó a hablar de él como candidato, Triviño era uno de los divulgadores de esto», explicó a Clarín un militante del PJ. El mismo rol cumplió en el 2011 cuando Báez decidió financiar la campaña a intendente de Daniel Álvarez, ex secretario privado de Néstor, investigado por enriquecimiento.
Fuente: Clarin.com