La FIFA presiona.

Preocupa en Brasil el atraso en las obras para el Mundial – Algunos estadios están listos para la Copa de 2014. Pero otros, como el inaugural de San Pablo, se ven Muy demorados. El punto crítico es la infraestructura, especialmente aeropuertos. «¿Dilma, te imaginas (si esto pasa) en la Copa?». Con una dosis de buen humor, el viernes último cinco pasajeros improvisaron ese cartel en el aeropuerto carioca de Santos Dumont, luego de horas de aguardar junto a varias centenas de viajeros el despegue del avión. Ese día fueron cancelados más de 60 vuelos por mal tiempo y esa estación aérea, uno de los hub brasileños, permaneció cerrada por 9 horas. El episodio reveló uno de los puntos más críticos en la organización del Mundial del 2014 en Brasil.

Como afirmaban esos pasajeros, mejor no «imaginar» qué podría ocurrir en junio de 2014, cuando Brasil reciba más de 600.000 turistas extranjeros. Y que todos ellos, más los 2 millones y medio de brasileños que querrán asistir a un juego de su selección, podrían tener que desplazarse de una sede mundialista en el sur, como la de Porto Alegre, a otra en el extremo noroeste, como la de Manaos. Entre ambas ciudades hay 4.563 kilómetros de distancia.

La Copa de Confederaciones, que se inicia el próximo 15 de junio, servirá como test. Los 6 estadios para este torneo, donde juegan las elecciones campeonas de las distintas competencias continentales, ya están prácticamente listos. El penúltimo en ser entregado fue el Mane Garrincha de Brasilia, aunque esta cancha sufrió sucesivos atrasos y representó un costo de 500 millones de dólares.

La presidenta Dilma Rousseff pateó la pelota en el acto inaugural del sábado pasado y criticó a «los pesimistas de turno». Recordó que «hace un año decían que no íbamos a terminar los estadios, que no estarían listos. Pero ya se han entregado (seis de los 12 comprometidos) y no son cualesquiera».

Las cifras oficiales dicen que el 92% de las obras para el Mundial están en marcha o terminadas y sólo hay un 8% en riesgo. Pero no se aclara cuál es el real avance en las obras y si podrán estra listas en tiempo y forma. Además, hay infraestructura a cargo de los estados provinciales que no se incluyen en esta cuenta.

Hay otras preguntas que permanece sin respuesta: ¿Los estadios de Manaos, Natal, Cuibá y Brasilia no irán a constituir en el futuro auténticos «elefantes blancos», con poca utilidad deportiva y social? Para el ministro de Deportes Aldo Rebelo esa sospecha no es válida. «Si la Copa hubiera excluido 60% del territorio nacional no sería una competencia de Brasil, sino del sur y sudeste del país. Para ser de Brasil debía contar con una sede por lo menos en una área que es parte de nuestra identidad nacional».

Esta semana se hará la última inauguración de un estadio para la Copa de Confederaciones. Es el complejo Pernambuco de Recife. Pero tal vez el hecho más importante es que logró cerrar, el miércoles de la semana pasada, el último capítulo de una gigantesca arena todavía en construcción: el famoso Itaquerao de San Pablo, propiedad del Corinthians. Es un fabuloso complejo que entre incluye un shopping y edificios de oficinas.

Un día antes, el martes, Jerome Valcke había hecho temblar a los paulistas cuando amenazó: «Si no aceleran las obras, hasta el 1° de agosto tendremos tiempo de cambiar (de planes). Ese día se iniciará la venta de entradas para el partido inaugural del Mundial. Pero Valcke decidió cambiar de posición después de una cita que mantuvo con Andrés Sánchez (representante del club futbolístico) y con Benedicto da Silva, CEO de Odebrecht (la constructora). Allí se pactó la entrega de estadio paulistano para el 31 de diciembre. Según el secretario general de la FIFA, «todos tenemos el mismo objetivo: el éxito de la Copa 2014. Y el estadio es un elemento clave para el desarrollo de aquella región y este será el legado especial que dejará para la zona este de San Pablo (donde se construye)».

La FIFA no puede ni quiere tensar las relaciones con el gobierno brasileño. Este será además el Mundial más rentable de la historia ya que dejará una ganancia estimada en más de 4.000 millones de dólares.

El grueso vendrá de los patrocinios, que ya cubrió el cupo, y de la transmisión de los juegos.

En materia de aeropuertos sólo estarían listas para el Mundial algunas de las grandes obras comprometidas. El gobierno de Dilma, que estableció un seguimiento estricto de las reformas, confía en que esté lista la tercera terminal internacional de Guarulhos, rebautizado Gru, la principal puerta de entrada del país. Por ahora, ya están listos los del Nordeste (Recife y Fortaleza), pero se encuentran a medio terminar las obras en Salvador (capital de Bahía).

Según la Secretaría de Aviación Civil de Brasil, los aeropuertos de Río de Janeiro, Santos Dumont y Galeao, que deben recibir la mayor cantidad de «torcedores» durante esa competencia, contarán con medidas de emergencia para garantizar que no haya problemas el día de la clausura en la Copa Confederaciones.

Los 15 aeropuertos que deben abastecer el tráfico aéreo para la Copa representan 81% del tráfico aéreo brasileño.

Y hay algo más. Para el Mundial, los días de juego en las distintas sedes serán declarados feriados para evitar congestionamientos de autos, ómnibus y metro. Vendrían a ser los parches necesarios que garanticen un traslado eficiente de las hinchadas.

Fuente: Clarin.com