Francisco recibe a Benedicto XVI, que regresa a vivir al Vaticano – abía estado recluido en Castel Gandolfo desde su renuncia. El Papa Francisco recibirá personalmente al Papa emérito Benedicto XVI en las puertas del monasterio de clausura «Mater Ecclesiae» cuando regrese hoy definitivamente al Vaticano para alojarse en ese edificio que se levanta en los jardines vaticanos.
El papa Ratzinger, de 86 años, tiene previsto llegar durante la tarde (hora local) al Vaticano procedente del palacio apostólico de Castel Gandolfo, su residencia desde el pasado 28 de febrero, cuando renunció al papado, informó la Prefectura de la Casa Pontificia.
Regresará en helicóptero y en el helipuerto del Vaticano será recibido por el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone; el presidente del Governatorato (gobernador de pequeño Estado), el purpurado Giuseppe Bertello, y el decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Angelo Sodano. También estarán el sustituto de la Secretaría de Estado (número 3 del Vaticano), el arzobispo Angelo Becciu; el subsecretario de Asuntos Exteriores, el arzobispo Dominique Mamberti, y el secretario del Governatorato, el arzobispo Giuseppe Sciacca.
Desde el helipuerto se trasladará en coche hasta el monasterio de clausura, donde lo esperará el papa Francisco. Está será la segunda ocasión en la que se ven personalmente, después de que el pasado 23 de marzo, Francisco viajara a Castel Gandolfo para saludarlo y almorzar con él. No obstante, en estos dos meses de papado, Francisco y Benedicto XVI han hablado en numerosas ocasiones por teléfono.
Ratzinger vuelve al Vaticano una vez concluidas las obras de restauración que se han realizado en el monasterio de clausura. Se traslada allí con toda la «familia pontificia», compuesta por su secretario privado y actual Prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Ganswein; las cuatro laicas consagradas de la comunidad «Memores Domini» y un diácono belga. También está preparada una habitación para cuando venga a verlo su hermano Georg, también sacerdote, de 89 años, que vive en Alemania.
Cuando anunció su renuncia, Benedicto XVI dijo que permanecería «oculto para el mundo», rezando por la Iglesia.
Fuente: Clarin.com