Trasladan a Santiago los restos de Neruda para ser analizados – Hace casi dos años que la justicia chilena investiga si el autor de «Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada» murió del cáncer de próstata que padecía o si agentes de la dictadura de Augusto Pinochet. Los restos de Pablo Neruda volverán hoy del mar a la cordillera, de su antigua casa de Isla Negra a la capital, Santiago, para ser analizados en busca de rastros de envenenamiento. Hace casi dos años que la justicia chilena investiga si el autor de «Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada» murió del cáncer de próstata que padecía o si agentes de la dictadura de Augusto Pinochet le inyectaron alguna sustancia tóxica para provocarle un paro cardíaco aquel 23 de septiembre de 1973, doce días después del golpe de Estado que terminó con el gobierno de Salvador Allende.
En una tarde fresca pero soleada, una docena de peritos y autoridades judiciales llegaron ayer a la casa-museo de Pablo Neruda en Isla Negra, a 110 kilómetros al oeste de Santiago, para comenzar a preparar la exhumación de los restos del poeta. Sobre las cuatro de la tarde se montó una carpa para evitar contaminación y se dio paso a la remoción de tierra para comprobar el estado de su féretro, enterrado junto al de su tercera esposa, Matilde Urrutia, en un lugar muy húmedo, frente al mar. Más tarde, el juez Mario Carroza se reunió con los peritos y con el director del Servicio Médico Legal de Chile (SML), Patricio Bustos, para discutir los antecedentes del caso.
El féretro de quien fuera uno de los mayores poetas de lengua castellana será trasladado hoy a la sede del SML en la capital chilena, donde se comenzará a realizar el peritaje en busca de sustancias químicas de cualquier tipo y rastros del cáncer que padecía, con la esperanza de determinar la causa de su muerte. «Sí, hay posibilidades de que se diga: la ciencia llegó hasta aquí», reconoció en declaraciones a Clarín el director del SML, doctor Patricio Bustos. Sin embargo, el experto destacó que lo que se vea esta semana será clave.
La hipótesis del asesinato fue defendida sin suerte durante las pasadas décadas por Manuel Araya, el antiguo chofer y asistente personal del poeta, quien recién en 2011 obtuvo el apoyo del Partido Comunista de Chile (Neruda fue miembro de su Comité Central y candidato) para llevar adelante una querella por homicidio y asociación ilícita. También colabora en la causa uno de los sobrinos del poeta, Rodolfo Reyes.
En cambio, Bernardo Reyes, otro de los sobrinos de Neruda (los familiares más cercanos del literato, cuyo verdadero nombre era Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoaldo), cuestiona todo el proceso asegurando que «se ha hecho un circo» con la muerte de Neruda y asegura que el régimen pinochetista aún no tenía en septiembre del 73 un plan para exterminar opositores en «muertes sospechosas» en clínicas, como sí ocurrió más adelante.
Son numerosas las contradicciones sobre las circunstancias de la muerte de Neruda y sus últimos días de vida en la Clínica Santa María de Santiago, desde donde partiría directamente al aeropuerto rumbo al exilio en México.
El certificado de la clínica asegura que falleció por «caquexia cancerosa» (grave desnutrición), mientras los diarios de la época hablan de un «schock provocado por una inyección» de supuestos calmantes.
Fuente: Clarin.com