En febrero se devaluó otro 32%.

Venezuela impone una devaluación encubierta del bolívar de hasta 49% – Así surge del resultado de la primera subasta de divisas. El precio promedio fue de 12,5 bolívares por dólar contra 6,3 oficial. En medio de la celebración de la Semana Santa, cuando los venezolanos están más pendientes de lavarse sus pecados que de la situación monetaria, el gobierno de Nicolás Maduro i mpuso una devaluación encubierta de aproximadamente 49% del bolívar. Lo hizo al iniciar un proceso de subasta de la divisa que ayer quedó en un promedio de 12,5 bolívares por dólares según fuentes del mercado que otros elevaron incluso hasta 15. Es un nivel muy por encima de la cotización oficial de la moneda norteamericana clavada en 6,30 bolívares.

La subasta se hace según el método creado por el Nobel de economía William Vickrey tomando un promedio entre las puntas más altas y más bajas durante la oferta. El resultado es el nivel del dólar. Sólo pueden participar empresas importadoras registradas tras un complejo sistema. Las divisas no les son entregadas directamente, sino a través de cartas de crédito y es el Banco Central el que se ocupa de los pagos. Eso abre una duda respecto a si los proveedores internacionales estarán de acuerdo debido a las temores sobre si se cancelarán a tiempo las mercancías, según advirtieron empresarios del rubro de importación en declaraciones de ayer al diario El Nacional. El promedio de la subasta según las fuentes con un dólar a 12,5 implica un alza del valor del dólar de 98,5 por ciento y una devaluación consiguiente de 49,6 pro ciento.

Hace cuatro semanas, el gobierno de Maduro devaluó la moneda 32 por ciento, de modo que el ajuste sumado promediaría ya cerca de 80%. Las medidas responden a la urgencia que tiene le gobierno para generar ingresos adicionales a cambio de los dólares que obtiene por la ventas del petróleo, que implica casi el total de la oferta exportadora. Según la inversora Barclays, si el tipo de cambio se instala en 14 bolívares, el Estado recibiría el equivalente a 4,1% del Producto Bruto Interno, cerca de 20 mil millones de dólares para financiar un déficit fiscal de 16% del PBI.

El problema es que este tipo de ajustes generan un fuerte incremento en el costo de los artículos de primera necesidad, debido a que Venezuela importa la mayoría de sus alimentos. Por la enorme emisión del año pasado, fijada en aproximadamente 60 por ciento del PBI a raíz de las elecciones nacionales que ganó el fallecido Hugo Chávez en octubre, el costo de vida tiene una proyección para 2013 de 30 por ciento de piso. La devaluación también impacta en el indicador de costo de vida.

La subasta de ayer estuvo dominada por la confusión debido a la falta de información clara por parte de las autoridades sobre el procedimiento. Los trámites burocráticos son tan pesados que requieren un mínimo de 15 días para poder participar. El único dato claro ayer era la suma de 200 millones de dólares y que la base era la paridad oficial. Los operadores cambiarios fueron los bancos agentes de las empresas importadoras solicitantes. Los bancos intermediarios sólo ofrecían 50.000 dólares por cliente desafiando el tope que el gobierno fijo en 2 millones de dólares.

Para los especialistas, la cantidad subastada es insuficiente. «Aunque hay que darle el beneficio de la duda, no creemos que vaya a resolver el problema a corto plazo», dijo Jorge Botti presidente de la patronal Fedecámaras. Agregó que «apenas 200 millones de dólares … (eso) no llega a 0,02% del total de las divisas que requiere la economía». Su segundo, Jorge Roig, remarcó que la operación fue un «desastre. Hay que ver los resultados pero puedo garantizar que en las entrevistas que hicimos con varios bancos ayer, la confusión era absoluta», dijo a Unión Radio.

Según dijo a Clarín el economista Alexander Guerrero, «con las subastas el gobierno se financia con inflación el déficit fiscal, es decir, con el impuesto inflacionario».

Fuente: Clarin.com