Explosión del transbordador espacial estadounidense Challenger en Cabo Cañaveral y muerte de sus siete tripulantes – El martes 28 de enero de 1986 será recordado como el accidente más grave en la historia de la aeronáutica, debido a que los siete tripulantes que viajaban en el transbordador «Challenger» murieron luego de que la aeronave explotara 73 segundos después de su lanzamiento. La tripulación estaba compuesta por Francis «Dick» Scobee, Michael J. Smith, Ronald McNair, Ellison Onizuka, Gregory Jarvis, Judith Resnik y Christa McAuliffe.
El transbordador se desintegró sobre el océano Atlántico, frente a las costas de Florida.
Investigaciones revelaron que el accidente se produjo por un mal funcionamiento de las juntas tóricas, mismas que debían cerrar perfectamente para evitar alguna fuga de gas. La fuga de gas perforó el depósito principal de combustible, que terminó envuelto en llamas. El Challenger quedó expuesto a un vuelo supersónico incontrolado, lo que conllevó su desintegración.
Se cree que varios de los tripulantes sobrevivieron a la desintegración de la nave, por lo que se cree que murieron cuando impactaron contra la superficie del océano.
El accidente produjo la paralización de los vuelos durante 32 meses.6 El siguiente lanzamiento de un transbordador (STS-26R Discovery) no se produciría hasta el 29 de septiembre de 1988. La NASA ordenó la construcción de un nuevo transbordador para sustituir al malogrado Challenger, éste sería finalmente el Endeavour, que voló por primera vez el 7 de mayo de 1992.
