Romántico, el baile de Obama y Michelle

Melosos y cómplices, los Obama bailaron a ritmo de «soul» – Fue anoche en la gala final de una larga jornada de celebraciones por el inicio del segundo mandato del demócrata. Jennifer Hudson les cantó «Let´s stay together». Melosos y cómplices. Así se los vio anoche al presidente estadounidense, Barack Obama, y su esposa Michelle durante el gala inaugural del segundo mandato, bailando apretaditos. Ella, de rojo. Y él, espléndido, de smoquin. Se deslizaron cómodos a ritmo de «soul». Les cantaba Jennifer Hudson, quien entonó «Let’s stay together» (Sigamos juntos). Fue el broche de oro de una larga jornada de celebraciones en Washington.

El baile inaugural fue en el Centro de Convenciones de Washington, repleto de vestidos de noche y hombres de esmoquin.

El presidente y la primera dama se susurraron al oído partes de la canción, una de las favoritas de Obama, frente a una multitud de incondicionales que había esperado durante horas de pie para poder asistir al momento más esperado de la noche.

El baile presidencial de investidura congregó en un gigantesco salón del Centro de Convenciones de Washington a varios miles de invitados, que disfrutaron previamente del ritmo de los mexicanos Maná, de la cantante Alicia Keys o del grupo Fun.

Obama, que ya ha confesado que el baile no es su fuerte, cedió el liderazgo en la pista a su mujer, quien improvisó pasos en varias ocasiones, pese a que se dejó llevar por su marido en los compases más reposados del tema.

Michelle con un vestido de terciopelo rojo rubí, abierto por la espalda, diseñado por Jason Wu, y zapatos de taco de Jimmy Choo, fue el centro de las miradas, con una combinación de prenda y joyas que, como es tradición, acabarán convertidas en piezas de museo.

Como en 2009, Jason Wu volvió a vestir a Michelle, aunque esta vez no eligió el color blanco, sino un llamativo rojo.

Miles de teléfonos y cámaras registraron frente al escenario el último baile presidencial de una pareja en la que los cuatro años en la Casa Blanca no parecen haber hecho mella en su desparpajo bajo los focos y sigue dando muestra de una confianza que encandila a los estadounidenses.