Por incidentes se suspendió Central-Newell’s – Fue por el enfrentamiento en Paque Independencia entre hinchas rojinegros y la policía rosarina. La orden la dio el Ministerio de Seguridad de Santa Fe. La historia del amistoso de verano que debían disputar Central y Newell’s en Rosario terminó acorde a la violencia que se vivió en la semana previa. Luego de los incidentes, que dejaron nueve heridos, el encuentro fue suspendido tras una reunión entre dirigentes del club rojinegro y el ministro de Seguridad de la provincia.
Los incidentes sucedieron en los alrededores del Parque Independencia, contiguo al estadio de Newell’s, por donde transitó la hinchada de Central que se dirigía al Gigante de Arroyito, sede del encuentro.
En ese momento comenzaron los disturbios entre hinchas de los distintos equipos y la posterior intervención policial. Los acontecimientos terminaron con un saldo de 9 heridos, dos de ellos de bala. Precisamente, entre estos dos últimos se encontró un policía, quien fue llevado al hospital Clemente Álvarez, en donde fue operado y evoluciona favorablemente.
Por otro lado, se registraron un total de 9 detenidos. A raíz de esto, los dirigentes del equipo rojinegro se reunieron y comunicaron al Ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe, Raúl Lamberto, que los jugadores no irían a disputar el encuentro.
El clásico no se disputa desde hace 3 años. La última vez que se disputó el derby rosarino fue el 18 de abril de 2010. Desde entonces, los ánimos en la ciudad ante la ausencia de los tradicionales clásicos, lejos de apaciguarse, se exacerbaron a límites que pocos imaginaron. En un contexto de permanente tensión, de una convivencia siempre violenta entre las hinchadas, la decisión de organizar dos enfrentamientos de verano despertó un odio cruzado sin antecedentes.
El sábado, la ciudad sufrió el décimo ataque desde que comenzó la cuenta regresiva de los clásicos. Otra tienda oficial de Newell´s, esta vez en la zona sur rosarina, padeció un intento de atentado cuando unos jóvenes que se trasladaban en motos arrojaron bombas molotov contra la persiana del local. Comercios quemados, sedes atacadas y actos vandálicos en algunas instalaciones, fue el saldo de un espiral de locura que provocó hasta la intervención del poder político y judicial de Santa Fe.