En aumento – Son datos de los primeros 7 meses del corriente año. El consumo de carne vacuna parece estar recuperando lentamente el terreno perdido durante los últimos años. En los primeros 7 meses de 2012 el consumo de carnes rojas avanzó un 5% respecto al año pasado. De esta forma el consumo per cápita promedió los 57 kg y en junio superó la barrera de los 60 kg, luego de tocar un piso de 52,8 kg per cápita en febrero de 2011.
Detrás de esta recuperación del mercado de la carne vacuna, está la mayor faena, que se ha incrementado un 5% con respecto al mismo período de 2011. Por otra parte, dado que las exportaciones siguen registrando fuertes caídas, prácticamente la totalidad de lo faenado (93% en el primer semestre de 2012) se consume en el mercado interno.
Con la continuidad de las restricciones a las exportaciones mediante el sistema de cupos no se espera un repunte significativo de las ventas al exterior en el corto plazo. Ante ello, la oferta de carne en el mercado interno podría seguir por la senda de la recuperación y consecuentemente tender a reducir los precios de los principales cortes o, al menos, mantenerlos estables. De hecho la relación de precios asado/pollo, que mide cuantos kilogramos de pollo son necesarios para adquirir uno de asado, pasó de una media histórica de 2a más de 3 a comienzos del 2012, y parecería haber encontrado un techo .
Cabe recordar que el consumo de carne vacuna ha caído en forma continua a lo largo de los últimos años debido a los problemas en la oferta que ha venido enfrentando el sector. Entre ellos, la fuerte reducción del stock ganadero desde el 2006, período en el que se perdieron unas 12 millones de cabezas (58 millones en 2006 contra 46 en 2011), la sequía entre los años 2008/2009, los cierres a las exportaciones y el control de precios en la cadena de comercialización. Estos factores provocaron que se fuera incrementando el porcentaje de hembras faenadas. Luego de la reducción de oferta para faena y por lo tanto de carne, el precio de esta última en mostrador tuvo subas superiores al 100% en determinados cortes a fines de 2010, lo que llevó a una disminución del consumo.
Según publicó región Norte Grande, frente a esta situación se produjo impacto positivo por el efecto sustitución con otras carnes alternativas como el pollo. Así, el consumo de carne aviar llegó en junio de 2012 a un pico histórico de 43,4 kilogramos y en el acumulado de siete meses de este año el promedio es de 40,2 kg, dos por encima del mismo período del año pasado y más de 7,6 kg con respecto a dos años atrás. Gran parte de este crecimiento está explicado por el mencionado efecto sustitución en perjuicio de la carne bovina.