En el día de la industria – Advirtió que esa política permite que el país siga «reindustrializándose» y que una «devaluación» impactaría en el corazón del salario. La Presidenta afirmó que «la industrialización no es una variable económica; responde a un proyecto político de país», y celebró «la decisión de no ser un país que no produce sin valor, un país con salario acordado y con el salario industrial más importante de Latinoamérica».
Cristina lo expresó esta noche en Tecnópolis, al hablar por Cadena Nacional durante el acto por el Día de la Industria, donde destacó además la importancia de celebrar «junto al sector del capital y las diferentes corrientes» de la industria.
A la vez, la Presidenta defendió el proceso de sustitución de importaciones y del tipo de cambio con flotación, y advirtió que esa política permite seguir «reindustrializándose» y que una «devaluación» impactaría «en el corazón del salario».
Por eso, Cristina sostuvo esta noche que «la industrialización no es una variable económica; responde a un proyecto político de país».
Aseguró que «vamos crecer, no como en los años 2010 y 2011, pero igualmente vamos a crecer y nos va a permitir enfrentar el 2013 con mucha mayor fortaleza».En su discurso, afirmó que «el tipo de cambio no está retrasado, ahí tenemos una idea de inconsistencia» e hizo hincapié en que la «flotación nos ha permitido tener este crecimiento».
«Un aumento del dólar va en contra de reconvertir esa matriz productiva porque va a tener un efecto negativo sobre todo en un mundo donde nos van a competir por precio y volumen», enfatizó.
Dijo al respecto que «este tipo de cambio es supercompetitivo» y reiteró que «hay una inconsistencia en el planteo» de los que proponen otra cosa, ya que «atentaría contra el sector productivo».
Sostuvo que «más sorpresa» le causa cuando ese pedido viene «desde algunos sectores gremiales que solicitan una devaluación».»El primer impacto que tiene una devaluación es de lleno en el corazón del salario», apuntó.
Cristina señaló que «los dólares los utilizamos para pagar nuestra importaciones y al mismo tiempo la deuda, que venimos pagando desde que se permitió hacerlo, mediante una ley, por el Banco Central».
La mandataria ponderó además «la decisión de no ser un país sin producir sin valor, un país con salario acordado y con el salario industrial más importante de Latinoamérica».
En otro tramo del discurso, Cristina sostuvo que le causa «sorpresa que desde sectores gremiales se pida devaluación, porque sería un impacto de lleno al corazón del salario».
«La reindustrialización -manifestó- no fue una decisión del modelo económico, estaba en el corazón de este proyecto que nació en el 2003», afirmó la jefa de Estado.
Cristina describió además que «hay una verdadera batalla comercial entre todas las principales economías» por la defensa de sus economías, y reafirmó: «Nosotros vamos a seguir protegiendo el trabajo y la industria nacional contra viento y marea» que fue uno de «nuestros desvelos en la crisis».Apuntó que «la recaudación superó las expectativas y lo mismo sucede con nuestro comercio exterior».
Recordó que «para estimular el nivel de consumo en enero tomamos medidas muy importantes» como «impulsar la inversión desde el Estado, y reformamos la Carta Orgánica del Banco Central, ya que era prácticamente un país aparte de los argentinos, incluso de las autoridades electas».
Cristina pidió además que «este sea último año que tengamos que estar discutiendo un acuerdo de accidentes de trabajo» por lo que propuso «actualizar anualmente los montos indemnizatorios, que ningún monto indemnizatorio quede fijo».
Subrayó su decisión de «mantener el empleo para sostener el consumo y que se genere la rueda virtuosa» en la economía, y agregó que «el sistema financiero argentino es muy sólido».
La mandataria apuntó en esa dirección al 2 de abril de 1976 cuando comenzó «el proyecto del entonces ministro de Economía» que nos llevó a «desindustrialización y desarme del Estado nacional», situación que «implosionó en 2001».
Cristina destacó también el crecimiento en el sector de producción primaria, al afirmar que «somos el segundo país, según la CELAC, que no reprimarizó sus importaciones, sino que por el contrario, logró una mayor participación».
«Hemos llegado al 34 por ciento de la torta de exportaciones por primera vez superando a las manufacturas de origen agropecuario», amplió.