Fuerza y corazón – Nahuel Grosso logró el máximo título que un Bombero pueda obtener. El de las olimpíadas internacionales en Buenos Aires. Lo disfruta en voz baja. Nahuel Grosso es uno de los jóvenes Bomberos Voluntarios de la ciudad. De familia apegada a la institución – su padre trabaja a destajo desde hace años en la Comisión- Nahuel siente su profesión y se nota que la lleva arraigada en sus venas.
«Es algo hermoso que pudimos concretar. Por suerte pudimos ganar», dice sobre el gran evento del fin de semana, cuando con su equipo de la Federación Santafesina logró el título en Buenos Aires de la Olimpíada de Bomberos Voluntarios.
El equipo de Nahuel, superó grandes escollos en una competencia internacional sin precedentes en el país para alzarse con el título.
«En El Trébol fue duro clasificar pero allá fue más difícil todavía. Fuimos los 10 mejores tiempos y allá armamos el equipo», cuenta en un alto en el trabajo cotidiano que hace con su papá en el taller.
El joven, no s de hablar mucho. Su perfil es bajo y sus palabras medidas. Nunca va a hacer una declaración de más y su humildad contagia e inspira.
Nahuel compitió en el equipo mixto, con tres varones y dos mujeres. El equipo de la Federación Santafesina derrotó a ocho rivales y a Paraguay en la final por un segundo.
«Hubo estrategias. Cada uno hacía una parte y a mí me tocó subir las escaleras y levantar la manga, que es muy duro. Le ganamos a Paraguay en la final por un segundo. La semifinal también fue pareja y antes habíamos clasificado bien», comentó a El Trébol Digital.
Para lograr este título, Grosso encaró una durísima parte física por semanas. «Trabajé mucho en trote y con las piernas. Hay que tener mucho físico y mucha cabeza para hacer esto».
Pero ahora el «pibe de oro» de Bomberos quiere más y es lógico. «Esperemos que esto no quede acá. Que podamos seguir entrenando y participando en otros lados» sueña este fenómeno Bombero local, que le pone el mismo amor a su profesión, que el padre a la comisión para seguir creciendo.