Uno se quemó frente a la Cámara de Diputados, en Roma. El otro, en las afueras de Turín.

Acorralados por la crisis económica, dos italianos se mataron a lo bonzo – Estaban desocupados. Este fin de semana tórrido en gran parte de Italia dejó dos nuevas víctimas de la crisis económica. Con pocas horas de diferencia, dos desocupados murieron tras quemarse a lo bonzo, uno en Roma y otro en la norteña Turín. Estos suicidios se suman a una lista que ha venido creciendo en los últimos meses al ritmo del aumento del desempleo y mientras se hacen cada vez más difusas las perspectivas de una recuperación a corto plazo.

El domingo, el italiano Angelo Di Carlo murió en el hospital San Eugenio de la capital italiana, tras una agonía de seis días con el 85% del cuerpo quemado. El lunes pasado, este desocupado de 54 años había llegado al centro de Roma desde Forlí con una botella de combustible. En plena madrugada, junto a la entrada de la Cámara de Diputados, en la Plaza de Montecitorio, se roció con el líquido, se prendió fuego y se arrojó contra la puerta del edificio.

Los carabinieri que custodiaban la Cámara apagaron el fuego, pero fue tarde. Tras varios días internado, falleció por las quemaduras.

Di Carlo, un obrero que había perdido el empleo y era viudo, estaba inmerso en un proceso judicial contra sus hermanos por una herencia, según el diario español El País . En su mochila hallaron dos cartas: una para su abogado y otra para su hijo, al que dejaba una herencia de 160 euros.

Poco después de que se conociera la muerte de Di Carlo, otro hombre, de 48 años –su nombre no trascendió–, también se prendió fuego en un descampado en las afueras de Turín . La policía halló junto a su cuerpo una botella con restos de combustible y, en su casa, una nota en la que explicaba el por qué de su drástica decisión: había perdido su trabajo y hacía tiempo que no conseguía otro.

Estos dos casos se suman a una treintena de suicidios registrados en Italia en lo que va del año relacionados con la crisis . Las víctimas son en su mayoría desempleados o pequeños empresarios que de un día para otro fueron a la quiebra.

La tendencia llamó la atención de un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, del Colegio Universitario de Londres y de la Universidad de Cambridge, que publicaron ayer un artículo en el sitio web de la revista Journal of Empidemiology and Community Health .

El estudio comparó las tendencias para los años de crisis (2008 a 2010) con las de los años previos (2000 a 2007) y encontró que entre 2008 y 2010 hubo en Italia 290 casos más de suicidio e intento de suicidio debido a razones económicas y atribuibles a la recesión.

«Estos resultados preliminares tienen implicaciones de política importantes», afirmó Roberto De Vogli, quien encabezó la investigación. «Indican que, como se ha visto en otros países europeos, como Grecia, la gran recesión y los programas de austeridad diseñados para lidiar con los déficit presupuestarios causados por la crisis, están causando significativo sufrimiento humano en la población en general».