Profeta en su tierra – Fue el pasado día domingo al mediodía. Ingresó a la ciudad en una autobomba. Federico Molinari, el primer gimnasta finalista en la historia de los Juegos Olímpicos, volvió a San Jorge el domingo y fue recibido con una larga caravana.
Ingresó a la ciudad sobre una autobomba de Bomberos acompañado de su gente. Rodeó la Plaza y mientras era saludado por su gente se dirigió al Gimnasio del Club San Jorge.
Allí, unas 500 personas lo recibieron con una ovación. Se subió a una tarima, con su f´sico robusto y su estatura pequeña y agradeció con humildad: «No esperé este recibimiento. Simplemente gracias. Nunca imaginé que en la final, la ciudad iba a pararse entera para verme ni que en el gimnasio del Atlético se iba a juntar tanta gente – ese día hubo hasta asuetos escolares en los colegios de la ciudad-, se ve que le elevé las pulsaciones a más de uno».
También señaló: En la final me la jugué y no salió. Ya tenía diploma, pero quería medalla. De todas maneras voy a seguir trabajando, al menos seguiré haciendo esto el año que viene».
Después, junto a Mariano Ferreira, Jefe de Prensa del Atlético San Jorge, partió rumbo al Parque 23 de Junio, en el estadio, jugaba su equipo frente a General. Más público lo esperaba para saludarlo.
