Reclamo tambero – Los bloqueos a usinas lácteas fueron levantados el viernes luego de que en una reunión en Rosario la industria prometió estudiar un aumento de 10 a 15 centavos del litro de leche en tranquera, aunque continúa el malestar entre los tamberos. El jueves por la noche hubo un extenso encuentro que culminó en la madrugada del viernes, entre la industria, gobiernos provinciales, tamberos y el subsecretario de Lechería de la Nación, Arturo Videla.
«En realidad se decidió mantener el precio de la leche en tranquera en los niveles actuales», afirmó el referente de la Mesa Nacional de Productores de Leche (MNPL), Julio Aimar.
Por su parte, Guillermo Giannasi, coordinador de Lechería de Federación Agraria Argentina y vicepresidente segundo de la entidad, dijo que en el acta firmada en Rosario, «las cámaras de productores afines al Gobierno» dejaron asentado que se «estudiaría un aumento de la leche a los tambos de entre 10 y 15 centavos».
«No hay nada en firme», sostuvo Giannasi, quien destacó que en una «asamblea en la ciudad de Rafaela los tamberos decidieron seguir en estado de alerta y movilización por el descontento que tienen».
Durante la medida de fuerza, que comenzó el lunes pasado con bloqueos a unas treinta usinas lácteas, se arrojaron unos siete millones de litros de leche sin pasteurizar, según estimaciones privadas.
Los tamberos reclamaban que el Gobierno subsidie con 0,30 centavos el litro de leche hasta que la industria pueda aumentar el precio debido a que en la actualidad perciben $ 1,50 por litro pero, según sus estimaciones, deberían recibir entre $ 1,80 y $ 2 el litro para que la actividad sea rentable.
«Prácticamente están todas las plantas desbloqueadas», aseguró el titular del Centro de la Industria Lechera (CIL), Miguel Paulón.
Tristeza
En tanto, los tamberos de la Cooperativa SanCor calificaron como «uno de los más tristes episodios de la historia de la lechería nacional» el derrame realizado en las últimas jornadas, «sin cuestionar la validez de los motivos de la insatisfacción de los productores lecheros, que ven amenazada la rentabilidad de la actividad que emprendemos».
«En este sentido, opinamos que la metodología empleada para manifestarse, mediante los bloqueos de las plantas elaboradoras, es inapropiada y poco efectiva al momento de pretender crear condiciones perdurables de mejora», dijeron en un comunicado.
Tampoco contribuyen otras «formas de presión, como las amenazas, las persecuciones y las agresiones a personas y bienes», señalaron.
«Un párrafo especial merece la consecuencia más impactante, el derrame de leche, tanto por su condición de alimento indispensable para la vida, como por el esfuerzo y dedicación de las muchas familias y personas que contribuyen en su obtención», expresaron.
Fuente: Ámbito Financiero