Reclamo tambero – Hay otros 700.000 litros en camiones con peligro de descomposición. Los tamberos siguen en pie de guerra Las principales usinas lácteas de las provincias de Santa Fe y Córdoba seguían ayer bloqueadas por los tamberos en el cuarto día de un conflicto que amenaza con agravarse más. A las plantas no ingresa ni egresa mercadería . En estos cuatro días ya se tiraron alrededor de cuatro millones de litros de leche.
Ayer hubo otro intento por parte del gobierno de Santa Fe de encontrar una salida pero fracasó la negociación. En tanto, el Gobierno nacional decidió mirar para otro lado.
Dice que es un conflicto entre privados.
Los cierto es que el precio final de la leche que venden unos 12.000 tamberos a unas 10 usinas lácteas fue regulado por la secretaría de Comercio, desde que Guillermo Moreno es el responsable. Pero este funcionario lo dejó en manos de Augusto Costa, segundo del viceministro de Economía, el ascendente Axel Kicillof.
Costa no dio ninguna respuesta.
Los tamberos buscan mejorar el precio de la leche en el tambo que permanece quieto hace dos años mientras la leche en góndola subió. Así, ellos reciben $ 1,5 por litro en el tambo y el sachet de leche entera más barato vale en el súper $ 5.
Sin ninguna señal por parte de los funcionarios, el conflicto parece encaminarse a un cuadro de mayor gravedad entre industriales y tamberos.
Ayer se supo que los industriales solicitaron la intervención de la justicia . Pero los productores prometen no abandonar los bloqueos.
Por la madrugada, a las 3 de la mañana, hubo momentos de fuerte tensión en la puerta de la planta de Sancor en Sunchales, Santa Fe. Fue cuando un grupo de cooperativistas intentó romper el bloqueo. Y se generó un duro intercambio que fue subiendo de tono al límite de la violencia hasta las 6. Desde esa hora, el bloqueo continuó.
El cuarto día de bloqueos también provocó críticas severas de la gente tras la noticia y las imágenes de tevé mostrando la leche derramada en tambos y caminos rurales .
Los productores pidieron que «interpreten su lucha. A nadie más que al tambero le duele tirar su trabajo diario, que la gente se ponga en la piel de alguien que hace dos años que está trabajando a pérdida», explicaron.
Por la mañana, el ministro de la Producción santafesino, Carlos Fascendini, recibió a productores lecheros y representantes de las industrias.
Allí dialogaron sin llegar a ningún resultado. Luego de la reunión, Fascendini decidió enviar una nota dirigida al ministro de Agricultura de la Nación, Norberto Yahuar y al jefe de Gabinete de Ministros, Juan Manuel Abal Medina, donde expresa «la preocupación por el desenlace del conflicto» y le solicita que «convoque a una reunión de urgencia a todos los actores de la cadena lechera para encontrarle una salida a esta grave situación».
Según pudo averiguar Clarín, pese a los bloqueos, las distribuidoras de Santa Fe y el interior de la provincia, garantizarán la entrega de productos terminados y no faltarían en las góndolas. Lo mismo dijeron en la provincia de Córdoba.
Es que con el desbarranque de las exportaciones se calcula que hay un excedente en la producción y buenos stocks en manos de los distribuidores.
Por otro lado, una fuente del sector industrial confesó que la leche que está sin entrar a las fábricas se destinan, en un alto porcentaje, a la exportación.
Los productores están pidiendo una recomposición en el pago del litro de leche por parte de las industrias que lo eleve de $ 1,50 a $ 2 , como única alternativa para mantener funcionando los tambos. Sostienen que desde hace dos años los precios no se ajustan al ritmo inflacionario. Las entidades de la Mesa de Enlace y hasta la Unión Cívica Radical salieron ayer en respaldo de los tamberos.
A esta altura, la paralización en la producción de las industrias es total. Sus empleados realizan diversas tareas para completar su jornada laboral. Desde este sector reconocen la baja rentabilidad de los tamberos pero admiten que ellos también lo padecen. Los empresarios aspiran a que se destrabe esta disputa y los tamberos endurecen cada vez más su postura y auguran un futuro incierto para su sector.
Fuente: Clarín