España repudió en las calles el durísimo ajuste de Rajoy – La multitudinaria protesta se produjo cuando el Parlamento, con mayoría del PP, aprobaba el programa destinado a lograr un recorte de 65.000 millones de euros. Categórica respuesta popular contra el más profundo recorte de beneficios sociales a los trabajadores españoles. Cientos de miles de personas se lanzaron a las calles ayer en 80 ciudades en una gigantesca manifestación nacional de protesta.
Mientras tanto, en el Parlamento, la mayoría absoluta del Partido Popular aprobaba los recortes impuestos a España por la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI para reducir 65 mil millones de euros. Cuando se produjo la votación, los legisladores conservadores no aplaudieron.
En la capital española, se vivieron incidentes en torno al Congreso donde la policía disparó con bolas de goma. «El pueblo unido, no necesita partidos», coreaban los indignados acompañados por la multitud. «Que el próximo parado (desocupado) sea un diputado», era otra de las consignas. Los bomberos paseaban a hombros una guillotina con un cartel: «Para políticos».
«Tenemos familia», «Viva la lucha de los trabajadores», «Madrid obrero, apoyaste a los mineros». Hubo momentos de tensión cuando los antidisturbios formaron líneas frente a la manifestación y fueron confrontados por bomberos y policías de civil que les exigían «no reprimir a nuestro pueblo». Circuló la versión de que un bombero había sido detenido por los antidisturbios.
Un hecho histórico inédito fue que todas las centrales sindicales, de distintas orientaciones ideológicas, se unieron para poner en marcha las movilizaciones con que esperan hacer frente a la acción del ejecutivo conservador.
En Madrid y Barcelona se produjeron las demostraciones más concurridas. Una marea humana colmó los centros de ambas ciudades convocadas por Comisiones Obreras, la Unión General de Trabajadores, la Confederación General del Trabajo, y el movimiento de los «Indignados», cada vez más fortalecido por los acontecimientos.
En Andalucía se produjeron marchas en las principales ciudades, lo mismo que en Galicia donde también hubo una inédita expresión unitaria de los sindicatos. El éxito de la convocatoria gremial se reprodujo en el País Vasco, Valencia, donde policías que se habían enfrentado con los estudiantes, encabezaban la demostración popular, y otras ciudades. Los empleados públicos, el mayor gremio español, volcó su decisivo caudal en las movilizaciones.
En todas las demostraciones se notó una fuerte presencia de bomberos, policías, y más reservadamente, guardias civiles . Los bomberos son muy queridos pero ahora mucho más. Cada vez que pasa una autobomba, la gente los vitorea. Las multitudes corearon consignas contra las medidas como el aumento del IVA, que pasó del 18% a 22%, la quita de un aguinaldo a los empleados públicos, a los que ya se había rebajado un 5% el sueldo.
Influyó en esta jornada el éxito de los mineros que marcharon hace unos días desde Asturias, Plascencia, León y Aragón hasta Madrid, que le dio un gran recibimiento cuando decenas de miles de personas concurrieron a la «marcha negra» de los trabajadores del carbón. En las demostraciones de ayer hubo, además, una gran presencia femenina y de jóvenes, familias enteras y jubilados que temen nuevos «tijeretazos» a sus ya magras pensiones.
Las marchas en Madrid y Barcelona estaban precedidas por una gran pancarta: » Quieren arruinar al país.
Hay que impedirlo. Somos más». Los desocupados reclamaban contra el recorte del seguro de desempleo, una medida de gran impopularidad.
Los líderes sindicales pidieron un referéndum sobre el ajuste señalando que el PP incurrió en «fraude democrático» al tomar medidas ausentes en su programa electoral, dijo Ignacio Fernández Toxo, líder de Comisiones Obreras. Un policía nacional, con una remera donde constaba su profesión, señaló que «están atacando a la gente más desfavorecida que no podrá subsistir. Por eso, las protestas irán a más y será peor».
