Cuando el sueño de Caco se hizo canción

El hombre del piano – Ricardo Ansaldi cautivó al público de «Soñando por cantar» con una formidable actuación. El jurado lo aplaudió de pie y pasó derecho a la final.

Por Francisco Díaz de Azevedo Por Francisco Díaz de Azevedo

«Toca otra vez, viejo perdedor, sabes hacerlo bien…», dice la letra del viejo tema del año 1973 de Billy Joel «El hombre del piano» que Ana Belén popularizó para el mercado hispano en 1980.

Cuando a las 21 y 52 minutos, Ricardo «Caco» Ansaldi, enfundado en impecable saco azul apareció en la pantalla de El Trece diciendo «Buenas noches Tigre, gracias El Trébol, Santina te amo», nada hacía presagiar que el cantante de El Trébol era un manojo de nervios.

Se paró en el medio del escenario y todo fluyó. La garganta de «Caco» tomó la forma habitual de cuando canta. Cerró los ojos y cada palabra se convirtió en canción.

La potente voz de Ansaldi no tardo en cautivar al jurado. «…es tan triste la noche, que tu canción sabe a derrota y a miel…», desandó Ansaldi y el público cayó a sus pies.

Entonces «Caco» se convirtió en emoción. «…cada vez que el espejo, de la pared le devuelve más joven la piel, se le encienden los ojos, y su niñez viene a tocar junto a el», disparó y el jurado de paró.

Patricia Sosa cantó los últimos vestigios de la canción junto al trebolense y ya nada fue igual.

El jurado lo aplaudió de pie. «Hay tanta gente que se pone nerviosa y canta como el culo, vos seguí poniéndote nervioso, que lo hacés de maravillas», le dijo Alejandro Lerner  y «Caco» se fue directo a la final».

Toca otra vez, viejo GANADOR, sabes hacerlo bien…querido «Caco»… una fría noche de julio Argentina entera fue testigo de tu voz. Te bastó un minuto y 42 segundos para conquistar la música, esa misma que ahora reposa en tu voz.

La canción

El hombre del piano (Billy Joel – 1973)

Esta es la historia
de un sábado
que no importa que mes
y de un hombre sentado al piano
que no importa que viejo café

Toma el vaso y le tiemblan las manos
apestando entre humo y sudor
y se agarra su tabla de náufrago
volviendo a su eterna canción

toca otra vez viejo perdedor
haces que me sienta bien
es tan triste la noche que tu canción
sabe a derrota y miel

cada vez que el espejo
de la pared le devuelve más joven la piel
se le encienden los ojos
y su niñez viene a tocar junto a él

pero siempre hay borrachos con babas
que le recuerdan quien fue
el más joven maestro al piano
vencido por una mujer

ella siempre temía echar raíces
que pudieran sus alas cortar
y en la jaula metida
la vida se le iba
y quiso sus fuerzas probar

no lamenta que de malos pasos
aunque nunca desea su mal
pero a ratos con furia golpea el piano
y algunos le han visto llorar

toca otra vez viejo perdedor
haces que me sienta bien
es tan triste la noche
que tu canción
sabe a derrota y a miel

el micrófono huele a cerveza
y el calor se podría cortar
solitarios obscuros buscando pareja
apurándose a un sábado mas

y un hombre aferrado al piano
la emoción empapada en alcohol
y una voz que le dice pareces cansado
y aún no ha salido ni el sol

toca otra vez viejo perdedor
haces que me sienta bien
es tan triste la noche
que tu canción
sabe a derrota y a miel.