La Corte Suprema de Justicia catamarqueña le revocó el sobreseimiento en tres de los cinco casos en los que estaba acusado por supuesto abuso de menores.

Seguirán investigando al Maestro Amor en tres casos por presunto abuso sexual – En esa resolución estableció también que el expediente deberá volver a la Fiscalía de Cámara que conduce Molina, quien tendrá que instruir nuevamente la causa. Ricardo Javier Ocampo, más conocido como el Maestro Amor, seguirá siendo investigado en tres de los cinco casos en los que está acusado por presunto abuso sexual, debido a que la Corte Suprema de Justicia de Catamarca le revocó el sobreseimiento dictado en primera instancia.

El máximo tribunal catamarqueño revocó el sobreseimiento total y definitivo por prescripción dictado en tres hechos por el supuesto delito de «abuso sexual por aprovechamiento de la inmadurez sexual de la víctima», tal como había pedido el fiscal Jorge Silva Molina.

En esa resolución estableció también que el expediente deberá volver a la Fiscalía de Cámara que conduce Molina, quien tendrá que instruir nuevamente la causa. Por esa razón, en el ámbito de la justicia catamarqueña no descartaban que el Maestro Amor pueda volver a prisión.

Ocampo está implicado tanto en Catamarca como en su La Rioja natal como supuesto autor del delito de abuso sexual en varios casos. En Catamarca, un chico que integraba la comunidad Meditazen, que funciona en el departamento Capayán, señaló al gurú como su presunto abusador en varios hechos ocurridos entre los años 2002 y 2006.

El Maestro Amor, de 38 años, estuvo detenido varios meses en el Servicio Penitenciario Provincial y tras una serie de presentaciones judiciales liberado en septiembre de 2011.

La resolución de la Corte de Justicia catamarqueña fue unánime y lleva la firma del presidente del tribunal, Raúl Cipitelli, y de los jueces José Ricardo Cáceres y el subrogante, Carlos Alberto Roselló.

El llamado Maestro Amor fundó, en un predio de 32 hectáreas situado al sur de la capital catamarqueña, la comunidad Meditazen, donde viven y desarrollan sus actividades decenas de sus seguidores.