Metió el gol a los 48 del segundo tiempo para que su equipo le gane al Queens Park por 3-2 y se consagre tras 44 años.

Agüero hizo un milagro y el City es campeón – Los de Mancini lo perdían 2-1 y en tres minutos marcaron dos goles que permitieron ganarle el título al United (ganó 1-0) por diferencia de gol. Cuando el árbitro Mike Dean adicionó cinco minutos en el Itihad, pocos se imaginaron que vivirían un final de película. Porque el humilde Queens Park City, que estaba con uno menos desde los 10 minutos del segundo tiempo y se jugaba su permanencia en la máxima categoría, ganaba por 2-1.

Pero a los 46, el bosnio Dzeko metió un cabezazo bárbaro y ese silencio sepulcral se convirtió en gritos, festejos y súplicas. El reloj corría y el título se le iba de las manos. A los 47, Queens tuvo un lateral en el campo del City y la esperanza se desvanecía. Quedaba poco. Nada.

Hasta que a los 48, Agüero recibió una pelota y combinó con Balotelli. Luego encaró, pasó a un defensor y sacó un latigazo que se metió en el primer palo de Kenny. Gol. Triunfo. Campeonato. Y así, en un instante, el City pasó del odio al amor. Después no hubo tiempo para más. Porque cuando el árbitro pitó el final, miles de fanáticos invadieron el campo de juego.

Pablo Zabaleta, Sergio Agüero y Carlos Tevez ingresaron en la historia grande del City, que se consagró tras 44 años. Y porque el escolta fue Manchester United, su clásico rival, el que superó como visitante a Sunderland por 1-0 con gol de Rooney para luego palpitar el desenlace del equipo de Mancini…

Con mucho drama y suspenso, el City ganó porque le tiró la chapa al Queens. La que decía que había ganado 17 de los 18 partidos en su estadio. Cuando Zabaleta abrió la cuenta a los 39 del primer tiempo, era impensado un final como el que se dio. Porque nadie imaginó que Lescott iba a cometer un error grave para que Cisse pusieron el empate. Y menos que en una contra Mackie iba a aparecer solito para meter un cabezazo bárbaro para el 2-1.

Y cuando se venía la noche y el equipo ya no era un equipo, el City le sacó el jugo al talento de sus futbolistas. Dzeko dijo presente y Agüero se vistió de crack. Anotó el gol más importante de su vida, el que festejó la mitad de Manchester. Esa mitad que hace 44 años no lo hacía.