Acondicionar el Sarmiento costaría US$ 900 millones – Lo dice un informe de la intervención de TBA, que reclama urgente más de 20 obras específicas. Para mantener los servicios y cumplir con las condiciones técnicas y de seguridad operativa que establecen las normas vigentes, el ferrocarril Sarmiento que une Once con Moreno requiere de un plan de obras urgentes valuado en US$ 900 millones. Esa suma -que equivale a la importación mensual de combustibles que debe afrontar este año el Gobierno por la pérdida del autoabastecimiento energético- es la que se debería invertir en un plazo de dos años para poner la línea en condiciones y superar parte del atraso tecnológico que registran los trenes y la infraestructura. Las inversiones que demanda el Sarmiento quedaron expuestas en un informe técnico que la intervención designada en TBA elevó en la última semana al ministro de Planificación, Julio De Vido y al secretario de Transporte, Alejandro Ramos. Según los datos obtenidos por Clarín en fuentes del área de Transporte, el programa de obras que elaboró el interventor Raúl Baridó contiene un punto clave para garantizar la continuidad de los trabajos: la creación de un fondo fiduciaro específico para el ferrocarril Sarmiento. Con esa herramienta, los funcionarios resolverían dos problemas recurrentes que enfrentan las obras públicas. Por un lado, se asegurarían que los recursos asignados no sean desviados para otros fines. Y por otro lado, reducirían al mínimo los riesgos de atrasos en las obras por falta de pago. El plan de inversiones presentado a De Vido y Ramos abarca más de 20 obras específicas, de las cuales buena parte corresponden a contratos vigentes que han quedado paralizados por atrasos en los pagos y demoras en las redeterminaciones de los precios de los materiales y los costos laborales previstos originariamente. La crítica situación técnica y operativa de la línea Sarmiento quedó al descubierto tras el trágico choque de la estación Once que dejó 51 muertos y más de 700 heridos. Entre las inversiones a reactivar y las nuevas que figuran en el informe de la intervención, sobresalen las siguientes obras: Vías: renovación y mejoramiento en el sector Once-Castelar y electrificación de la cuarta vía entre Castelar y Merlo. Material Rodante: Modernización de 70 coches eléctricos Toshiba y fabricación de 19 formaciones doble piso. Estas obras forman parte de contratos firmados en 2006 y 2007 y que hace varios meses que están frenados por la demora en la redeterminación de los precios. Señales: provisión de barreras automáticas e instalación de un nuevo sistema de señalamiento automático. Por esta obra–que adjudicada a fines de 2006–la empresa alemana Siemens cobró en 2007 un anticipo de $ 51 millones. Tras haber realizado apenas el 4% de los trabajos, Siemens decidió paralizar la obra a mediados de 2009 ante la falta de respuesta del Gobierno a sus reclamos de actualización de precios. Suministro eléctrico: reconstrucción de la subestación rectificadora de Ciudadela, reemplazo de las impedancias en el circuito de vías Once-Villa Luro e instalación de un sistema de telecomando entre Morón y Castelar. Estaciones: Terminación del cerco perimetral paralizado por falta de pago, ampliaciones de los andenes de Estación Miserere y remodelaciones de las estaciones de Once, Caballito, Flores, Liniers, Merlo y Moreno. Pasos a nivel: Construcción de siete puentes vehículares para eliminar pasos a nivel entre Caballito y Liniers. Talleres: Arreglos y mejoras edilicias en los talleres de Liniers, Haedo y Castelar. Tras haber quedado malparado por la tragedia de Once, el Gobierno decidió poner a Baridó -proveniente del equipo de ingenieros de la SIGEN- al frente de una intervención técnica, administrativa y operativa que desembarcó en TBA, la empresa controlada por el grupo Cirigliano. Tras asumir a fines de febrero, el interventor dispuso la salida de circulación de 8 de los 22 formaciones de la flota del Sarmiento que no reunían la totalidad de las condiciones técnicas y de seguridad. En dos meses de gestión, logró recuperar 5 trenes y, si se cumplen los plazos en juego, a mediados de mayo deberían entrar en servicio una formación de coches reparados Toshiba y un nuevo tren doble piso que fue rescatado de Tecnópolis.