Pintura sin límites – El artista plástico Norberto Moncarz desplegó su arte por toda la ciudad. Recorrió todas las escuelas primarias al ritmo de la música y el color.
Melisa Barrios / El Trébol Digital Fue un maratón de arte. De una punta a la otra y en cada escuela dejó impreso su arte Norberto Moncarz. Con un carisma especial para con los chicos, les llegó al corazón y al costado artístico que todos tenemos.
El pintor arrancó el miércoles bien temprano en la escuela Belgrano, siguió en el Jardín Dulce de Leche y luego por la Escuela Paso. Por la tarde volvió a la Escuela n° 275 y al Jardín para repetir su puesta en escena.
Entrando en la tarde noche dictó un seminario en el Museo local, con un gran número de personas. Pero su visita a la ciudad no culminó ahí, el jueves fue el turno de las escuelas Cincuentenario y Laprida y en el ocaso del día nuevamente el Museo fue el escenario con los chicos más pequeños del Ballet de El Trébol. La última escala fue la escuela especial.
Norberto Moncaz dialogó con este medio, contó sus experiencias, como llevó a cabo los seminarios y también recordó como arrancó con todo esto. «Con los chicos nos llenamos de pintura, las manos, la cabeza, toda la ropa, nos vestimos de color y disfrutamos muchos», comenzó relatando. Luego explicó que en las escuelas primero pintó para los chicos y que después «en función de lo que vieron que yo hice desplegaron todo en sus remeritas
ETD: ¿Cómo vas a trabajar con los grandes?
«Para los grandes es otra cosa (entre risas). Vamos a hacer lo mismo pero sin remeritas. La intención básicamente es que puedan soltarse con los elementos y que no trabajen en forma estructurada porque de eso se trata la pintura abstracta. Tratar de tener la libertad de expresarse y de no tener límites. La tela está pensada como un simple cuadrado que uno ve y a partir de eso puede prolongarse hacia los diferentes puntos».
ETD: ¿Por qué comenzaste con este estilo de hacer arte con los chicos?
«Creo que es fundamental para la enseñanza, para que les quede grabado la alternativa y esta posibilidad, no sólo a través de la pintura porque esto tiene que ver con una enseñanza de vida. Si uno puede elegir, si uno puede hacer lo que le gusta, puede expresarse sin límites, porque en el arte expresarse sin límites es maravilloso. Los límites de alguna manera están para otra cosa. Para que los chicos puedan fantasear y crear la falta de límites es ideal. Yo los invito a jugar porque son chicos pequeños, quiero que jueguen a partir de la pintura».
ETD: ¿Cuánto hace que te dedicas a este tipo de arte con los más pequeños?
«Hace un par de años que hago esto. Lo hago con mucha fuerza y con mucha energía. Tuvo una repercusión muy grande este último tiempo. Estoy visitando muchas provincias inclusive en Buenos Aires en diferentes localidades. Porque de alguna manera crezco artísticamente con lo que me gusta hacer, porque a la vez estuve representando al país en el festival de Florencia (Italia) y ahora estoy exponiendo mis obras en el hotel Hilton de Puerto Madero. Sigo creciendo con mi carrera artística pero necesito esta vinculación con lo social, transmitiéndole más que nada a los chicos».
ETD: ¿De dónde salió la idea de hacer esto trabajando básicamente con chicos?
«Esto surgió en Saladillo, que es una localidad de Ba. As. una vez chateando con una directora de una escuelita de arte. Me dijo, que lindo si los chicos pudieran ver como pintas, yo le dije dale. Fue algo improvisado, la directora no lo podía creer. Surgió y cuando pasó me enamoré de esos chicos, es más, volví varias veces, que es como el puntapié inicial de todo lo que tiene que ver con esta carrera social. Hace poco doné una obra para Pampa del Indio en el Chaco. Voy también a hacer una venta solidaria, yo necesito de alguna manera tener los dos aspectos juntos. El privado, que vivo de esto y el otro el social».