Mariano Rajoy anunció hoy que lo prohibirá en todas las operaciones en las que participe un empresario, para combatir el fraude fiscal.

España puso un límite de 2.500 euros a los pagos en efectivo – El presidente español también justificó la amnistía fiscal prevista en sus presupuestos: «España está en una situación muy díficil». El presidente de España, Mariano Rajoy, anunció hoy que prohibirá los pagos en efectivo a partir de los 2.500 euros, en todas aquellas operaciones en las que participe al menos un empresario profesional.

El incumplimiento de esta norma, anunciada como una medida contra el fraude fiscal, se castigará con una multa equivalente al 25 por ciento de la cantidad abonada, adelantó Rajoy durante una comparecencia en el Congreso de los Diputados. Se espera que el consejo de Ministros aprueba la medida el viernes.

El jefe del gobierno español defendió en el Parlamento la controvertida «amnistía fiscal», muy criticada por la oposición de izquierda, anunciada en el marco de los presupuestos generales del Estado para 2012 como medida para contribuir a reducir el déficit público.

Rajoy señaló que la amnistía fiscal es una medida «extraordinaria y excepcional», que solo estará en vigor durante este año y que ya fue aplicada por otros países, como Estados Unidos, Alemania e Italia, además de ser recomendada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

El jefe del Ejecutivo español justificó la amnistía fiscal en la situación «muy difícil» en que se encuentra España, obligada a reducir el déficit público este año del 8,5 al 5,3 por ciento del producto interior bruto y en 2013 al máximo del 3,0 por ciento que permiten los criterios de convergencia de la Unión Europea.

El gobierno español pretende recaudar mediante la amnistía fiscal unos 2.500 millones de euros aplicando un «gravamen» de entre el ocho y el diez por ciento al dinero negro escondido en España o en el exterior que se declare ante Hacienda.

A su vez, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, alegó que la «regularización de activos ocultos», expresión que utiliza para evitar el término «amnistía fiscal», sirve para mantener los servicios y no subir más los impuestos.

El líder del partido opositor Izquierda Unida, Cayo Lara, expresó su rechazo total a la amnistía fiscal calificándola como una medida «injusta, ineficaz e inconstitucional» que «premia el fraude».

«Somos conscientes de la situación de gravedad, pero la amnistía fiscal permite que nos sigan robando a todos con impunidad. El problema del fraude no se resuelve recortando el presupuesto de la Agencia Tributaria y perdonando a los defraudadores», dijo el líder izquierdista a Rajoy durante el debate parlamentario sobre los presupuestos del Estado para 2012, presentados el pasado 30 de marzo.

Los presupuestos, cuya aprobación por el Parlamento está asegurada ya que el PP tiene una holgada mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, prevén un ajuste de 27.300 millones de euros, producto de un recorte del 16,9 por ciento de los gastos de los ministerios y una subida del impuesto de sociedades, fundamentalmente.

En diciembre pasado, pocos días después de asumir, el gobierno de Rajoy ya había aprobado un primer plan de ajuste para el primer trimestre de 2012 por un monto de 15.000 millones de euros.

El Ejecutivo decretó más tarde una reforma laboral, que abarata y facilita el despido, y otra financiera para el saneamiento de los activos inmobiliarios tóxicos. También está prevista, en las próximas semanas, la aprobación de una Ley de Estabilidad Presupuestaria que obliga a todas las entidades de la administración pública a respetar el principio de déficit cero a partir de 2020.

Adicionalmente, el gobierno anunció el lunes que en breve adoptará medidas, aún sin precisar, para ahorrar 10.000 millones de euros en educación y salud pública, que han desatado la alarma en la oposición de izquiera liderada por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Rajoy admitió que la política económica de su gobierno es «dura y costosa» y que «no va a producir efectos en el corto plazo».

Todas las medidas de ajuste y reformas acometidas hasta ahora por el gobierno español no impidieron que los inversores aumentaron su presión sobre España el martes, cuando la prima de riesgo, la diferencia de rentabilidad entre el bono español a diez años y su equivalente alemán, se disparó a su mayor nivel desde agosto pasado.

Este miércoles, en cambio, los mercados dieron una tregua a España, por lo que al mediodía la prima de riesgo había bajado de 434 a 410 puntos básicos. A su vez, la bolsa de Madrid volvió a la zona de ganancias y recuperó la marca de los 7.500 puntos.

Fuente: DPA