Tras su regreso de Cuba, el Papa dio inicio a la Semana Santa – Fue luego de que el gobierno de Raúl Castro anunciara que el Viernes Santo será feriado, como le pidió el Pontífice en su visita. Cuatro días después de regresar de su visita a Cuba, donde el gobierno comunista respondió a su pedido y restituyó el feriado del Viernes Santo, el Papa Benedicto XVI se presentó ayer ante miles de fieles en la Plaza San Pedro para dar comienzo a los ritos de la Semana Santa , con la colorida liturgia del domingo de Ramos. Durante su discurso, el Pontífice lanzó un mensaje de unidad, en un tono diferente al de sus últimas declaraciones en La Habana, cuando s e refirió a la «falta de libertad» y a las «estructuras inamovibles» en la isla.
En una homilía basada en la historia de la entrada de Jesús en Jerusalén la semana antes de ser crucificado, Benedicto XVI dijo que el eco de la celebración de la Semana Santa era «el destino compartido de la humanidad» .
El Domingo de Ramos marca el inicio de Pascua, la fecha más importante del calendario católico. El Papa ofició más de dos horas y media de rito, y estuvo en la plaza casi tres horas, incluyendo la procesión inicial y el Angelus, recitado desde la explanada.
Luego dio una vuelta en el Papamóvil, aclamado por una multitud, con muchísimos jóvenes arribados de todas partes del mundo. Por tradición, en este domingo la Iglesia celebra la Jornada de Mundial la Juventud en todas las diócesis.
El Pontífice en la homilía invitó a los jóvenes a no asustarse frente a la necesidad de tomar decisiones, sobre todo la «decisión a aceptar al Señor y seguirlo hasta el final».
Joseph Ratzinger explicó durante su homilía que el primer «gran mensaje» que surge de la festividad de esta semana es «la invitación a mirar de manera justa a la humanidad entera, a cuantos conforman el mundo, a sus diversas culturas y civilizaciones».
También agregó que «la mirada que el creyente recibe de Cristo es una mirada de bendición: una mirada sabia y amorosa, capaz de acoger la belleza del mundo y de compartir su fragilidad».
Vestido con una túnica roja y dorada, el pontífice encabezó la ceremonia ante obispos, cardenales y peregrinos que llevaban hojas de palmera y ramas de olivo. El Pontífice alemán, a quien últimamente se vio bastante débil, incluso ayudándose con un bastón, celebrará su cumpleaños número 85 el próximo 16 de abril.
En un ritmo lento les dijo a los cerca 60.000 fieles que ayer se reunieron en el Vaticano: «Lo más importante de la fiesta que hoy vivimos los católicos es descubrir quién es para nosotros Jesús de Nazaret. ¿Qué idea tenemos del Mesías, ¿qué idea tenemos de Dios?». Según el Papa, «esta es una cuestión crucial que no podemos eludir, sobre todo en esta semana en la que estamos llamados a seguir a nuestro Rey, que elige como trono la cruz».
Benedicto XVI parecía descansado pese a haber regresado el jueves de una gira agotadora de seis días en la que visitó México y Cuba. En el país caribeño, el Papa se entrevistó con el ex presidente Fidel Castro y con su hermano, el actual mandatario, Raúl Castro.
Fue durante la reunión con Raúl Castro que Benedicto XVI pidió que el Viernes Santo fuera declarado día feriado en la isla, donde habían dejado de celebrarse las festividades religiosas desde la revolución de 1959. Uno de los objetivos del viaje del Papa era ayudar a la Iglesia Católica en Cuba, que ha sido marginada durante los 30 años de ateísmo oficial que culminaron en 1992.
En otra oportunidad, tras la histórica visita a Cuba del entonces Papa Juan Pablo II en 1998, las autoridades habían accedido a que la Navidad volviera a ser día feriado.
Las palabras de ayer del Papa contrastaron con todas sus declaraciones en la gira americana. En el vuelo de ida dijo que «el comunismo ya no funciona» . Después, una vez llegado a Santiago de Cuba, afirmó que los cubanos «ya están mirando al mañana» y que deben luchar por una sociedad renovada. En la Plaza de la Revolución, en La Habana, advirtió sobre los fanatismos de cualquier signo y la necesidad de que » Cuba y el mundo cambien» . Y en su discurso de despedida fue cuando se refirió a «la falta de libertad» y a las «estructuras inamovibles».
Pese al tono de sus exposiciones, el Papa fue muy cuidadoso en las formas.
Mantuvo siempre la cordialidad con Raúl , le otorgó una larga audiencia a Fidel y nunca aceptó entrevistarse con grupos disidentes, en particular con las Damas de Blanco, que hace tiempo le venían pidiendo un encuentro.
El Pontífice tendrá una Semana Santa de intensa actividad desde el jueves hasta el Domingo de Pascua, cuando miles de fieles volverán a reunirse en el Vaticano para celebrar el Domingo de Resurrección.