Hijo de acá – De visita en sus pagos, «Catanga», que vive en Uruguayana, habló de su vida y su trabajo. Javier Galliano trajo a sus jugadores a entrenar a El Trébol durante los últimos días del verano. De visita en sus pagos, «Catanga», que vive desde el año 2004 vive en la ciudad brasileña de Uruguayana, habló de su vida y su trabajo.
«Traje jugadores para que tomen ritmo de juego acá con el tenis. Estamos entrenando allá en el club con varios pibes que tienen buen nivel y la idea es que los chicos empiecen a jugar con otros tenistas. Entonces siempre viene bien venir a Argentina y a El Trébol donde hay buen nivel, variedad de jugadores y … aparte estoy en casa!, dice Javier sonriente en una mañana muy calurosa en la ciudad.
El profe, que heredó la profesión de su hermano Gerardo Contreras y de su pasado como jugador de tenis, también dijo: «Para mí es lindo venir y cada vez que puedo lo hago. Unos cinco días bastan para cambiar de aire, ver a la gente que quiero y poder meter a mis jugadores en otras canchas. Acá en El Trébol tengo todo. El afecto de mi gente y lo que necesitan mis alumnos dentro de una cancha».
«Catanga», como le dicen de chiquito a Javier, rememora: «Ya hace siete años que estoy en viviendo en Uruguayana. Tengo mi señora y mis dos hijas allá, estoy aclimatado y cómodo. Aparte, estoy a metros de Argentina, por cualquier cosa, cruzo el puente y ya estoy en casa», dice y se ríe.
Galliano también comenzó a vivir nuevas etapas con su trabajo y su carrera. «Empiezo a tener cosas lindas por vivir. De alguna manera los chicos que empezaron a aprender tenis conmigo, ya juegan bien y compiten, entonces, es como que uno empieza a ver los frutos del esfuerzo y el trabajo. Son jugadores genuinos míos, que cada golpe se lo armé yo, y me llena de satisfacción».
El hecho de volver a las canchas de El Expreso a jugar, a entrenar a sus chicos o de visita le produce a Javier emociones fuertes. «Entrenar en El Expreso, donde está Gerardo, mi hermano, es siempre muy lindo. Disfruto cada cosa, veo como crece el club, que hay más canchas, lo del avance en la pileta y como se construye el gimnasio. Es verdaderamente motivante llegar a El Trébol y notar cada año, que hay cambios, que hay avances y que se pueden hacer cosas. El Expreso ha producido muchas cosas nuevas en los últimos diez años a nivel infraestructura».