Ricardo Teixeira renunció también como titular de la Confederación Brasileña de Fútbol, que manejaba desde hace 23 años.

Brasil: acusado de corrupción, se va el organizador del Mundial – Estaba señalado por varios casos de coimas y tenía una tensa relación con Dilma. Buscan una gestión transparente. Le falta poco mas de dos años para comenzar, pero la Copa del Mundo en Brasil ya anticipó el show y no precisamente por cuestiones deportivas. La renuncia de Ricardo Teixeira, el «padrino» del fútbol brasileño desde 1989, agrega nuevos condimentos a la polémica organización del 2014. Pero también limpia el camino para una relación más engranada entre la Confederación Brasileña de Fútbol (la CBF) y el gobierno de Dilma Rousseff.

Teixeira, ex yerno de Joao Havelange, carismático dirigente que gobernó la Federación Internacional del Fútbol (FIFA) hasta 1998, tiene desde ayer su reemplazo en el comando de la organización futbolística local. Se trata de José María Marín, abogado y ex jugador del club San Pablo, de 79 años.

La renuncia fue celebrada por una mayoría como una victoria de Dilma y un paso para una Copa 2014 «más transparente». La enemistad de Rousseff y Teixeira era más que un rumor: la presidenta evitó saludarlo en dos eventos oficiales en 2011. Ella incluso nombró a Pelé como embajador del Mundial sin consultar a Teixeira.

Pero el sucesor asume con algunos puntos en contra. Desde el ángulo político, Marín tiene un perfil claramente de derecha. Fue gobernador de San Pablo en los últimos años de la dictadura militar. Pero lo que más recuerdan en Brasil es el episodio en el que Marín se vio envuelto en enero último: durante la entrega de premios a los jugadores del Corinthians, campeones de la Copa de Fútbol Junior, las cámaras lo descubrieron e n el exacto momento en que sustraía una medalla y se la metía en el bolsillo . El flamante dirigente desmintió un robo. Pero lo cierto es que el arquero del equipo quedó temporariamente sin su galardón.

En sus primeras declaraciones, Marín dijo que busca un «nuevo diálogo» con el gobierno de Brasil. Y señaló que sus intenciones son las de olvidar los roces: «El pasado sólo pertenece al pasado» declaró.

Varias acusaciones de corrupción y escándalos jalonaron la presidencia de Teixeira en la CBF. Uno de los casos más explosivos fue el revelado por el ex presidente de la Federación inglesa de Futbol, Lord David Triesman. Este aristócrata del deporte aseguró en la Cámara de los Comunes, en mayo del año pasado, que cuatro miembros de la FIFA habían tratado de sobornarlo a cambio de respaldar la candidatura de Inglaterra para 2018.

Entre ellos se encontraba el ubicuo Teixeira.

En aquella presentación ante el parlamento, el ex dirigente recordó la investigación de la BBC sobre sobornos similares en el seno de la FIFA, cuando se decidió que el Mundial de 2018 sería organizado por Rusia y el de 2022 por Qatar.

También la BBC fue la que denunció las coimas a dirigentes de la FIFA cursadas por la empresa ISL, una firma de marketing que quebró en 2001, en negociaciones por los derechos para transmitir el Mundial. Nuevamente, la emisora británica apuntó contra Teixeira e incluyó en la lista la figura del argentino Julio Grondona.

Teixeira fue inclusive objeto de investigaciones del Congreso brasileño. Dos Comisiones Parlamentarias (CPI) llegaron a analizar varias de las acusaciones que pesaban contra el ex dirigente. La prensa brasileña afirma que el interés legislativo se desvaneció luego de que Brasil conquistara la copa de 2002.

Pero hay hechos mucho más recientes que comprometieron a Teixeira. Y eso explicaría que el ex dirigente se hubiera tomado licencia médica antes de renunciar a la presidencia de la CBF y a la titularidad del Comité Local de la Copa 2014. Según denunció el periodista Juca Kfouri, columnista de Folha de Sao Paulo y uno de los profesionales más respetados en el ambiente deportivo, el ex jefe del fútbol brasileño recibió más de 2 millones de dólares de Sandro Rosell, el presidente del Barcelona. Según el relato de Kfouri, Rosell habría depositado en una cuenta del banco Bradesco a nombre de Antonia Wigand Teixeira, la hija menor del ex dirigente, de tan sólo 11 años de edad. El periodista revela que se trata de la cuenta número 6592-7, abierta en una agencia de esa institución bancaria localizada en Barra da Tijuca (Río de Janeiro). El dinero se habría transferido el 22 de junio de 2011.

De acuerdo con la denuncia, Rosell es socio de una empresa llamada Alianto que recibió del gobierno del distrito federal Brasilia más de 5 millones de dólares por la organización de un amistoso en 2008 entre las selecciones de Brasil y Portugal.

Hoy el caso está bajo investigación de los fiscales federales, por sospecha de sobrefacturación.

Faltan menos de 27 meses para la Copa.

Pero las obras para el mundial tienen un retraso considerable . Fue lo que encendió la luz roja en la FIFA y que llevó a Jerome Valcke, el secretario general de la organización, a pronunciar una frase poco diplomática: «A Brasil habría que darle un puntapié en el trasero» para que acelere los emprendimientos prometidos.

De los 12 estadios, en cada uno de los estados que serán sede, hay uno cuyas obras ni siquiera comenzaron. Pero tal vez lo peor sea el tema aeroportuario. Guarulhos, en San Pablo, una de las puertas de entrada del turismo internacional, no ha iniciado las reformas que permitan acoger a los hinchas que vendrán del exterior.