Cuarto intermedio en Boca – Pero Angelici no se la aceptó y lo convenció de que se tome unas horas más para reflexionar. Este jueves se presentará en el entrenamiento en Casa Amarilla. Pasado el mediodía, después de una noche y un vuelo muy calientes, el plantel de Boca volvió a Buenos Aires, tras el deslucido 0-0 con el Zamora en Venezuela. Y parecía que había tocado tierra sin técnico, porque Julio César Falcioni presentó su renuncia luego de una fuerte discusión con Juan Román Riquelme. Por la noche, el presidente Daniel Angelici le rechazó la dimisión, intentó convencerlo de que revierta su postura y consiguió más tiempo para tratar de solucionar las cosas.
«Esperemos que continúe. Tiene nuestro respaldo. En el transcurso del día nos reuniremos con él», había dicho Angelici, apenas salió del aeropuerto. Esa reunión se llevó a cabo en Puerto Madero, horas después de que también se produjera otra entre el presidente y los jugadores. El conflicto, según parece, abarcaría a más de un futbolista y no sería sólo Román el disgustado frente a los planteos del DT.
Falcioni, para seguir, lo haría con algunas condiciones. Lo claro, es que de continuar, deberá haber una conciliación entre el técnico y varios de los futbolistas del plantel. Mañana, se verán las caras en el entrenamiento matutino en Casa Amarilla, tal como dijo el presidente una vez finalizada la reunión con el DT en Puerto Madero.
«Hubo un malentendido en Venezuela. Lo que se habla en el vestuario tiene que quedar ahí. Esto quedará en una anécdota. Lo que puedo decir es que mañana a las 9.30 hay entrenamiento», dijo Angelici. Falcioni, en tanto, se limitó a decir: «Lo que dijo el presidente es suficiente», antes de retirarse.
¿Qué motivó todo esto? La verdad la tienen los protagonistas y sólo ellos la conocen. Pero los rumores indican que todo se habría generado por la salida de la cancha de Darío Cvitanich, quien le habría planteado su disconformidad al propio DT. Tras la conferencia de prensa que Falcioni les dio a los periodistas, fue al vestuario y allí apareció Riquelme para, se cree, cuestionarle esa modificación, ya que para él tendría que haber salido un volante para que ingresara Mouche y no el otro delantero del equipo.
Al técnico no le habría gustado este cuestionamiento y por eso no dudó en plantearse que juntos no podrán convivir en el equipo, mientras sigan esos reclamos tácticos. En el avión también se vio el producto de esa discusión: Falcioni sentado en la fila 5 y Riquelme en la 32, con un técnico solitario y un clima que se asimilaba más a una eliminación que a un empate como visitante.
Al llegar a Buenos Aires, tras un vuelo largo en el que Angelici intentó convencer a Falcioni de que no presentara su renuncia, el técnico y los jugadores optaron por el silencio. Salvo uno: Riquelme. Aunque, claro, evitó agrandar la polémica: «No sé de qué hablan. Recién me bajo del avión. Lo único que dijo el técnico fue que mañana entrenamos 9.30». La pelota pasó a Angelici, quien buscó solucionar los problemas del DT, pero sólo consiguió algo de tiempo para tratar de convencer al técnico. Caso contrario, deberá pensar en el plan B (Carlos Bianchi o Miguel Angel Russo) del que se habla o buscar una nueva alternativa.