La justicia española inhabilit ó por 11 años al juez Garzón – Ese caso involucra a la derecha en el gobierno. Consternación entre organismos de derechos humanos. El juez apelará el fallo. Baltasar Garzón, el más célebre juez por su extraordinaria defensa de los derechos humanos, fue prácticamente expulsado de su carrera judicial cuando el Tribunal Supremo español lo condenó por prevaricato al hallarlo responsable de haber ordenado la grabación de conversaciones entre abogados y cabecillas de una trama de corrupción. También se lo condena por «vulnerar los derechos de la defensa».
La sentencia señala que el magistrado está condenado a 11 años de inhabilitación «con pérdida definitiva del cargo que ostenta». La fiscalía había pedido su absolución. Los detenidos eran presuntos cabecillas de una red corrupta, conocida «trama Gürtel», que en 2009 salpicó a altos cargos regionales del Partido Popular (PP), que ahora gobierna España.
Los hechos llegaron a tal extremo que se imputó a más de cien personas.
Garzón ordenó las escuchas por sospechar que los abogados participaban en operaciones de blanqueo de dinero y aseguró durante su juicio, celebrado a mediados de enero, que siempre actuó «preservando el derecho a la defensa». Anoche, Garzón dijo en un comunicado: «Rechazo frontalmente la sentencia». Sus abogados analizaban ayer si apelarán el fallo ante la justicia española o la europea.
La noticia de la sentencia tuvo una enorme repercusión y de inmediato varios grupos sociales y personalidades rechazaron la condena. Muchos de ellos recordaron los históricos «juicios de Madrid» que Garzón protagonizó contra los crímenes de las dictaduras de Argentina y Chile . El juez español reclamó la detención en Londres de Augusto Pinochet, quien pasó varios meses detenido mientras se revisaban su caso.
El magistrado también luchó te contra el tráfico de drogas, el terrorismo de ETA y el terrorismo de Estado de los GAL (Grupos Antiterrorista de Liberación»), unas bandas de maleantes amparadas desde el Estado que asesinaron más de 30 personas acusadas de pertenecer a la banda vasca. También tuvo a su cargo varios casos de corrupción, el más sonado de todos –el «Gürtel»–, por el cual ha sido condenado.
Hasta ahora, de la gran cantidad de imputados ninguno ha sido procesado salvo el juez , quien expuso el más grande escándalo de este tipo de en la historia de la democracia.
El jurista y ex magistrado del Tribunal Supremo, Carlos Jiménez Villarejo, declaró: «Hoy es un día de vergüenza para el sistema democrático, para el sistema judicial, para el Tribunal. Ojalá nunca hubiéramos llegado a esta situación. Por encima de todo, quiero destacar mi absoluta solidaridad con un juez inocente, Baltasar Garzón, frente a otros que yo creo que son mas culpables en el Supremo, en el cual hay dos miembros, Luciano Varela y Manuel Marchena, que nunca deberían haber formado parte de esa sala . Es evidente que han acreditado su enemistad expresa o implícita con el juez Baltasar Garzón». Para Jiménez Villarejo, los magistrados del Supremo son «una casta de burócratas al servicio de la venganza institucional».
Mientras el gobierno «acataba la decisión de la justicia» y los socialistas mostraban su «preocupación», el vocero de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, rechazó la sentencia y precisó que ni la «respeta, ni la acata» pues es «una sentencia injusta».
Garzón recibió amplias demostraciones de apoyo en el portal del Tribunal Supremo. «España al revés. Absuelven a los corruptos y condenan al juez», se leía en algunas pancartas.
Esta sentencia cierra el primero de los tres juicios que sientan en el banquillo de los acusados al magistrado que alcanzó el logro histórico de promover desde España la justicia universal. El segundo de los procesos, que ya está visto para sentencia, es también por prevaricato vinculado a la investigación de los crímenes del franquismo. El tercero acusa a Garzon de beneficiarse económicamente por unos cursos que dictó en EE.UU.