Comienzan a escasear alimentos y bebidas en muchas zonas.

Se agrava en Italia la situación por el frío: mueren 18 personas en dos días – Declaran emergencia en varias regiones. Las tempestades con fríos siberianos que causaron vastas nevadas siguen moviéndose hacia el sur de Italia, pero nuevas perturbaciones climáticas empeoraron la situación en la península. Diez personas murieron sólo ayer y 18 en las últimas 48 horas, que suman 22 desde el viernes si se agrega una víctima fatal en la madrugada del lunes. El panorama de daños y el padecimiento en muchos pueblos y caseríos aislados se va agravando por la escasez de alimentos, medicinas y productos de primera necesidad.

En Roma no nevó ayer pero los pronósticos meteorológicos son pesimistas, con temperaturas netamente bajo cero y la perspectiva de nuevas nevadas además de las que ya han postrado a la capital italiana, donde la nieve no caía desde 1985.

En los alrededores de la Ciudad Eterna hubo ligeras nevadas anoche y durante la madrugada. En el norte de la ciudad se sigue viviendo desde el viernes una situación que se hace dramática. A 30 kilómetros de la capital, las familias del municipio de Mazzano Romano están aisladas y piden auxilio porque faltan alimentos y combustibles.

A poca distancia de la vía Cassia, a la que no se puede acceder porque las rutas están sepultadas por la nieve, la vecina Giuseppina Puntieri, de Monte Gelato, clamó: «Nos estamos muriendo de hambre y frío».

En el municipio de Morlupo, de 4 mil habitantes, también cerca de Roma, los vecinos reclaman la acción del Ejército para liberar los caminos porque escasean los alimentos, las medicinas y los combustibles.

En muchos lugares de Italia han sido requisadas las estaciones de servicio por orden de las autoridades, para evitar que los automovilistas acumulen reservas de nafta y gasoil, porque no pueden arribar los camiones abastecedores. Los asaltos a los supermercados han vaciado los estantes porque la gente quiere acumular reservas como sea.

Los accidentes se difunden con el agravante de que son difíciles los auxilios en los pueblos aislados por la nieve y el mal tiempo. Cuatro personas murieron de infartos mientras apaleaban nieve y las autoridades sanitarias italianas lanzaron por los medios de comunicación consejos de evitar los esfuerzos excesivos. Los ancianos que salen de casa deben abrigarse mucho y detenerse apenas sienten dolores en el pecho, síntoma de una «angina pectoris» que puede preceder un infarto.

Dos «sin techo» murieron en Roma y otros tres más en Lucca y cerca de Bolonia debido al frío. Una anciana de 91 años murió en Trieste tras golpear con la cabeza frente a su casa, volteada por el fuerte viento de Bora. En el agro romano, la caída de un techo mató a un agricultor.

Los trenes circulan con reducciones programadas y algunos con notable retraso, pero no hay convoyes detenidos fuera de las estaciones, como ocurrió el viernes y el sábado, con graves problemas para los pasajeros ateridos de frío, hambre y sed.

En muchos hospitales los médicos y personal de enfermería duermen en el lugar por las dificultades de transporte. Un hospital de L’Aquila, la capital de los Abruzos, que en 2010 sufrió un devastador terremoto, declaró en emergencia su morgue repleta de cuerpos que no pueden ser llevados a su última sepultura debido al tiempo pésimo.

En Roma, donde las patrullas del municipio y de organismos nacionales realizan continuas intervenciones, combatieron ayer a grito pelado en varios programas de televisión el alcalde Giovanni Alemano, del partido de Berlusconi, y el jefe de la Protección Civil del nuevo gobierno Monti, Franco Gabrielli, acusándose mutuamente de ineptitud.

La «Coldiretti», que agrupa a millones de agricultores, declaró que las pérdidas del sector pasan ya los 100 millones de euros debido no solo a los daños en los cultivos sino también a la paralización de los transportes que deben llevar los productos alimentarios a los mercados de abasto.

La organización puso a disposición de los municipios más de diez mil tractores guiados por agricultores para movilizarse en el socorro de las familias aisladas y la limpieza del hielo y la nieve en los caminos.

Está nevando nuevamente en Milán y en muchas zonas del norte de Italia la temperatura está bajando con mínimas de hasta 21 grados bajo cero. En zonas del Piamonte la situación meteorológica será difícil durante toda la semana que comienza.

El Papa entonó el Angelus dominical arropado con un sobretodo blanco y dijo que «la nieve es bella» pero que esperaba «que la primavera llegue rápido». Benedicto XVI, pese al mal tiempo, no renunció a su cotidiana caminata de más de media hora por los jardines vaticanos.