American Airlines se presentó en quiebra pero continuará volando – La compañía, con base en Texas, había sido el único grande del sector que no se acogió al Capítulo 11 tras el cimbronazo provocado por los atentados de septiembre de 2001. American Airlines, hasta hace algunos años la aerolínea número uno de Estados Unidos, salió a buscar la protección del famoso Capítulo 11 de la ley de quiebras para intentar poner las cuentas en orden, ajustar los costos, salir del rojo y volver a ponerse a tiro de los otros dos gigantes, Delta y United. Pero prometió a sus pasajeros que todos los vuelos despegarán y llegarán a destino como si nada ocurriera.
La compañía, con base en Texas, había sido el único grande del sector que no se acogió al Capítulo 11 tras el cimbronazo provocado por los atentados de septiembre de 2001, cuando un puñado de aviones secuestrados puso al país de rodillas y oscureció por años las perspectivas de negocios de la aviación comercial estadounidense.
Delta y United, en cambio, convirtieron la crisis de aquel momento en oportunidad: declararon la quiebra controlada, ajustaron al máximo y luego se embarcaron en provechosas fusiones, con Northwest y Continental respectivamente, desplazando a American.
Ayer a la mañana, American colocó un alerta en sus sitios de internet, asegurando en varios idiomas que los vuelos «continúan operando de manera regular y dentro de los itinerarios establecidos».
En un comunicado, la AMR, la casa matriz de American Airlines y American Eagle, informó que solicitó «de manera voluntaria» ante los tribunales llevar adelante una «reorganización» empresarial, que le permite estar a salvo de los acreedores mientras busca cómo volver a ser viable, aunque cueste despedir empleados o «cortar alguna ruta aquí o allá» , según admitió luego, en una conferencia de prensa telefónica, el director ejecutivo de AMR, Thomas Horton.
«Hemos procedido de esta manera con el fin de lograr una estructura de costos y deudas que sea competitiva con la industria y así asegurar nuestra viabilidad y habilidad a largo plazo para continuar brindando una experiencia de viaje de primera clase», indicaron. Y avisaron que también seguirán funcionando sin cambios los programas para pasajeros frecuentes , como bonificaciones y millas.
«Queremos garantizarle que sus millas con el programa Aadvantage están seguras», tranquilizó un e-mail que Maya Leibman, presidenta del plan para pasajeros frecuentes, envió a los 67 millones de personas que tienen alguna tarjeta de beneficios de la aerolínea .
Otro mensaje, menos optimista, se distribuyó a los inversores. Allí se respondieron las «preguntas más comunes» que se hacen aquellos que tienen acciones de AMR. «No es posible predecir cuál será el valor de las acciones» de la empresa ni si «los accionistas deben esperar alguna recuperación, indicó el texto. «Los tenedores de acciones de empresas que se acogen» a la ley de quiebras, continuó, «generalmente recuperan el valor sólo si se satisfacen de manera completa los reclamos» de los acreedores. Ayer las acciones de AMR se desplomaron un 78% en Wall Street.
Según estiman expertos del sector, American cuenta con unos 4.100 millones de dólares en efectivo en sus cofres, lo que debería permitirle manejar sin problemas sus 3.300 vuelos diarios, pagar los sueldos y cubrir los gastos de mantenimiento y servicios. El problema es volver a ponerse a la altura de United y Delta, que en el tercer trimestre del año presentaron ganancias por 653 y 429 millones de dólares, mientras American tuvo una pérdida de 162 millones.