Un derrame de petróleo amenaza con contaminar las playas de Río – Las autoridades brasileñas estimaron que el accidente en la plataforma submarina ocurrió el 8 de noviembre. El estadounidense George Buck, que preside la petrolera Chevron de Brasil, pidió públicamente disculpas al «gobierno y al pueblo brasileño». Fue ayer en una audiencia en la Cámara de Diputados donde los legisladores le pidieron explicaciones por un accidente con una plataforma que la compañía opera frente a Río de Janeiro. Hace dos semanas, la multinacional derramó 365.000 litros de crudo mientras perforaba un pozo en la cuenca de Campos. Y según el secretario de Medio Ambiente fluminense, Carlos Minc, las «bolas» de petróleo llegarán a las principales playas turísticas como Angra dos Reis y Ubatuba a principios de diciembre, justo cuando comienza la temporada.
Las excusas no surtieron efecto. Ayer, poco después de la audiencia, la Agencia Nacional del Petroleo (ANP) suspendió «todas las actividades de perforación» de la Chevron en el territorio nacional, hasta que sean identificadas las causas y los responsables por la fuga de crudo. La ANP sostuvo que del análisis de lo ocurrido, «hubo negligencia» por parte de la compañía en el estudio previo de las condiciones para la exploración del yacimiento de Frade.
Las autoridades brasileñas estimaron que el accidente en la plataforma submarina ocurrió el 8 de noviembre. No obstante, no cuentan todavía con datos ciertos del volumen de petróleo que se esparció. Buck, el ejecutivo de Chevron explicó a los congresistas brasileños el origen del contratiempo: «Perforamos en una zona donde la presión era más alta de lo que esperábamos y el petróleo del reservorio entró en el agujero de la perforación». A través de una fisura en la roca, el petróleo subió 170 metros hasta alcanzar el lecho marino; desde ese momento, hubo una demora de 4 días hasta que la empresa logró cerrar la boca del pozo. El auge de la fuga ocurrió el 11 de noviembre cuando 600 barriles de petróleo salieron a la superficie.
El oceanógrafo David Zee, de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, denunció ayer que el accidente no sólo afectará las costas brasileñas sino que dañará en forma «seria» la base de la cadena alimentaria marina , por las sustancias tóxicas que envenenan el agua. Según el científico, que actúa como perito de la Policía Federal en este caso, hubo demora para contener la salida del crudo y faltaron equipos para evitar la dispersión. De acuerdo con Zee, aquella fracción de petróleo que no se degrade puede llegar a las playas del sudeste y sur del país.
Los daños efectivos recién se podrán evaluar una vez que termine el derrame. Buck prometió: «Vamos a investigar el accidente y presentar los resultados al pueblo brasileño. Eso va a permitir que no se repita ni aquí ni en ningún otro lugar del mundo». Sostuvo que continuarán «con el plan de reacción (al desastre) hasta que no haya ni una sola gota de petróleo en la superficie».
La agencia reguladora petrolera ya multó a la Chevron por el «no cumplimiento del Plan de Abandono del Pozo», que la empresa había presentado al ganar la concesión, y por la adulteración de informes sobre la magnitud del accidente. Pero además el organismo la castigó con algo más doloroso: le negó el permiso para desarrollar un proyecto de extracción en la llamada «capa pre–sal», que es uno de los mayores reservorios de hidrocarburos del mundo.
Clarin