Hugo Bermúdez fue detenido ayer y había sido incriminado como autor material del crimen por un testigo de identidad reservada.

El acusado de haber asesinado a Candela aseguró que es inocente – En sus indagatorias, los seis detenidos en negaron cualquier vínculo con el caso. Hugo Elvio Bermúdez, el último detenido en el marco de la investigación por el secuestro y asesinato de Candela Sol Rodríguez, aseguró en su declaración indagatoria que no tiene ninguna relación con el caso. La Fiscalía de Morón lo había imputado como autor material del crimen luego de que las declaraciones de un testigo de identidad reservada lo señalaran como el asesino de la nena de 11 años.

Con su indagatoria, los fiscales y el juez de Garantías de Morón, Alfredo Meade, ya escucharon los testimonios de los seis detenidos. Todos se declararon inocentes.

El domicilio de Bermúdez, un peruano de 53 años y con antecedentes penales por venta de droga, en la calle Avellaneda 290 de Morón fue allanado anoche. El hombre había sido señalado por un testigo de indentidad reservada: «Hugo fue quien la mató. Se le fue la mano», dijo el testigo en su declaración, usada por la Fiscalía para pedir y justificar las detenciones.

Pese a que negó todo vínculo con el crimen, Bermúdez quedó detenido. En el allanamiento a su casa, la Policía se incautó una aspiradora, con material del que se intentará extraer ADN, y una camioneta Partner roja en la que había sogas y preservativos.

Los otros cinco detenidos que tiene la causa también se declararon inocentes, aunque reconocieron sus vínculos con la casa de la calle Kiernan 992 en la que la pesquisa se muestra convencida de que estuvo cautiva Candela. Entre los detendidos están la depiladora Gladys Mabel Cabrera (41), dueña de la casa de Kiernan, y el carpintero Ramón Néstor Altamirano (55), sospechado de haber sido el «cuidador» de la menor mientras estuvo secuestrada. El testigo de identidad reservada –al que algunos vecinos califican como «buchón de la Bonaerense»– también los había complicado en su declaración. Ambos están acusados de «partícipes necesarios».

El testigo, en cambio, no nombró ni una vez a los otros tres detenidos, acusados de «encubrimiento agravado»: Alfredo Monteros, el padre de éste, y el fletero Gustavo Valenzuela (44), todos vinculados a una Trafic blanca como la que se habría usado para arrojar el cuerpo de Candela.

Esta mañana, el defensor oficial de los Monteros, Luis Carpaneto,dijo que padre e hijo admitieron haber estado en la casa pero dijeron que concurrieron a buscar unos muebles que les dio Gladys Cabrera y que pertenecían a su madre fallecida, y que nada tienen que ver con el secuestro y el crimen. También dijeron que el flete -la Trafic de Valenzuela- fue contratado por la mujer. El abogado pidió la excarcelación de los dos hombres, lo que ahora deberá ser resuelto por el juez de Garantías.

Candela fue vista con vida por última vez el lunes 22 de agosto, cerca de su casa de la calle Coraceros 2552, de Villa Tesei. Tras nueve días de intensa búsqueda, fue hallada muerta dentro de una bolsa en una vereda de la calle Cellini, a 500 metros de la casa de la calle Kiernan y a 30 cuadras de su domicilio. De acuerdo a la autopsia, la niña fue asfixiada entre 24 y 36 horas antes del hallazgo y el cuerpo fue arrojado en la vía pública la misma tarde en que fue encontrado.