Hallan la carpa donde habrían estado cautivas las jóvenes – Había una carta en francés y ropa de mujer Una carpa, ropa femenina rota y, al menos, una carta en francés escrita a mano, son la llave que ayer comenzó a disipar las primeras sombras que hay en torno a los misteriosos asesinatos de Houria Moumni (23) y Cassandre Bouvier (29). El hallazgo de la carpa fue informado ayer a la tarde por fuentes de la investigación, quienes también creen –según las primeras impresiones– que la carpa no pertenecería a las víctimas y que allí las habrían tenido cautivas.
Las turistas francesas llegaron a Salta en plan de turismo pero se toparon con la muerte en la Quebrada de San Lorenzo a manos de, según creen los investigadores, psicópatas sexuales . Sus cuerpos fueron encontrados el 29 de julio.
El hallazgo de la carpa se suma a las sospechas que se tiene sobre el único detenido en la causa, Daniel Vilte (24), quien habría ofrecido en venta un arma en las dos últimas semanas, cuando ya estaban muertas las turistas francesas.
Al cierre de esta edición se conoció que el juez convocó a un intérprete para que traduzca la carta, ya que quien la habría escrito podría haber contado en ella los momentos previos y tormentosos que estaban atravesando las dos mujeres antes de ser ejecutadas. Otra posibilidad es que esa carta contenga algunas anotaciones sobre las vacaciones de las chicas.
Las pruebas encontradas surgieron luego del testimonio de dos lugareños que voluntariamente se presentaron el martes en la Ciudad Judicial, en la capital salteña. Hablaron con el juez Martín Fernando Pérez, quien ordenó el rastrillaje de la zona a la Policía.
Una alta fuente de la investigación le dijo anoche a Clarín que, el 15 de julio (cuando desaparecieron las turistas), los testigos vieron movimientos pocos habituales en una zona al oeste de la Quebrada de San Lorenzo , a más de un kilómetros de donde se encontraron los cuerpos. Y que contaron que en un especie de meseta había una carpa de las que se usan habitualmente para los campamentos.
Uno de los testigos fue más allá y comentó que el 16 de julio escuchó disparos (no precisó cuántos fueron) cerca de la Quebrada, donde fueron encontrados los cuerpos de las turistas .
Al cierre de esta edición, el juez de la causa no quería hablar sobre el hallazgo de la carpa. Pero, ante la consulta periodística, tampoco lo negó. «Es producto de la imaginación lo que dicen los medios (por la televisión), que la carpa era de las chicas», apuntó, en relación a Houria y Cassandre.
Al trascender la noticia, la Policía dejó de dar información sobre el caso y desde la Jefatura se ordenó que «mientras el personal (de la investigación) esté trabajando en el lugar, no habrá información».
Como lo anticipó Clarín , ahora la Justicia tiene casi la certeza que las dos mujeres fueron asesinadas al día siguiente de su excursión turística a la Quebrada, y no como oficialmente se había dicho que las muertes habrían ocurrido tres días antes de ser encontrados los cadáveres.
Aunque ayer al mediodía la forense Ana María Vega le entregó el informe parcial de la autopsia al juez Pérez, éste ordenó que les hagan llegar cuanto antes las pericias adicionales para determinar «el proceso de descomposición de los cuerpos y establecer la data de la muerte» .
«No es lo mismo encontrar un cadáver en la ciudad que en los cerros de la Quebrada, donde el suelo, por las noches, se hiela. La helada nocturna retarda el proceso de la descomposición cadavérica», le explicó a Clarín un especialista del Poder Judicial.
De todas formas, trascendió que una de las víctimas tenía semen en la boca, lo cual indicaría que la estaban obligando a tener sexo oral en el momento en el que la ejecutaron.
Mientras, anoche la Policía buscaba a un sospechoso con el objetivo de que aporte información sobre el arma que habría intentado vender el detenido Daniel Vilte. Para hoy, el juez tiene previsto realizar un careo entre él y dos personas a quien les habría ofrecido en venta un revólver calibre 22 (el mismo calibre del doble crimen). Su abogado, Marcelo Arancibia, señaló que es inocente y acusó a los «hijos del poder», que hacen «tours de joda».
Ayer, el cerco policial que impide la entrada a la Quebrada fue trasladado unos 50 metros cuesta abajo. Por la tarde, un policía impedía el paso hacia la zona del circuito turístico.
Había un importante movimiento policial , que se iba incrementando hora a hora. Primero empezaron a pasar agentes en moto, luego en autos con personal de civil y finalmente en camionetas. «No sabemos nada de lo que está pasa arriba, sólo que siguen con el rastrillaje», repetían una y otra ves los policías. Había muy pocos puestos de comida y artesanías en la Quebrada.
Es que los lugareños temían ser involucrados en el caso.