El cabo Mendoza llevaba la pistola de la que partió la bala que mató al joven en San Telmo.

Crimen de Ariel: el policía insistió con que el arma se disparó al caer – Esta tarde declaró ante la jueza Lanz, quien dispuso que quede detenido mientras define su situación procesal. Ariel Marcelo Mendoza, el cabo que está acusado de haber disparado el miércoles pasado contra Ariel Domínguez en Paseo Colón al 1100, quedará detenido luego de prestar declaración indagatoria.

Fuentes judiciales explicaron que Mendoza dio su versión de los hechos ante la jueza María Gabriela Lanz, para insistir en la hipótesis de un accidente cuando el arma se le cayó mientras colaboraba con otros agentes policiales.

No obstante, la jueza dispuso que quede detenido a la espera de definir su situación procesal, mientras avanzan las investigaciones y las pericias para esclarecer si el arma se pudo haber disparado accidentalmente.

Asimismo, se supo que la jueza impuso el secreto de sumario en la causa –al menos- hasta que se reúnan todos los elementos de las pericias. Mientras la investigación sigue su curso, los restos de Ariel fueron inhumados en el cementerio de Avellaneda.

El joven murió el miércoles, cerca de las 16. Había salido de su trabajo –era empleado de limpieza de una compañía que presta servicios en la AFIP- y se dirigía a la parada del colectivo 33 para volver a su casa.

Cuando cruzaba la avenida Paseo Colón, a la altura de Humberto Primo, el joven recibió un disparo en la cabeza. Murió instantes después.

Por el caso está detenido el cabo Mendoza (37), ya que el disparo que mató a Ariel salió de su arma –una pistola reglamentaria calibre 9 milímetros Bersa Thunder-. Aún no está claro si se trató de un caso de gatillo fácil o si, en cambio, el policía actuó de manera negligente.

El cabo sostiene que el disparo se produjo de forma accidental, cuando perseguía a un grupo de jóvenes que -aparentemente- estaban provocando incidentes durante los festejos por el Día del Amigo. Siempre según su versión, cuando corría a los sospechosos se le cayó el arma y se disparó. Esa bala mató al joven que cruzaba la calle.

Si bien hay testigos que aseguran haber visto que la pistola se le cayó de la cartuchera y -por ahora- nadie vio al efectivo correr con el arma en la mano, no se descarta que todo haya sido un caso de «gatillo fácil».

Es que los expertos expresaron sus dudas sobre la posibilidad de que el arma se haya disparado sola, ya que cuenta con un doble sistema de seguro para evitar este tipo de accidentes.

En este contexto, la ministra de Seguridad, Nilda Garré, consideró que el policía actuó por lo menos con «negligencia».

Fuente: Clarín.com