Le había ganado 2-0 a Huracán con goles de Silva y Ramírez de penal, y después festejó por la caída de Lanús.

Vélez aprovechó la ayuda de Argentinos y es campeón – Los de Gareca, que habían sido subcampeones en el Apertura, consiguieron así su octavo título local. Fue el paso necesario para Vélez. En un partido con sabor a final que insólitamente se jugó a puertas cerradas. Con Huracán urgido de una victoria para evitar el descenso directo y enviar a Quilmes y Gimnasia a la B Nacional. Con Vélez con la posibilidad -que finalmente se concretaría- de dar la vuelta olímpica a una fecha del cierre del Clausura. En definitiva, los dos con la obligación de ganar en Parque Patricios en el partido que abrió la fecha de este domingo.

Mientras los hinchas del Fortín palpitaban el desenlace del encuentro desde Liniers (se instaló una pantalla gigante en el José Amalfitani), los de Gareca impusieron sus condiciones. Con un activo Ricky Alvarez más la movilidad de Zapata, el visitante mostró buenas intenciones desde el comienzo. El enganche fue protagonista de la primera acción de peligro cuando desbordó por la izquierda y envió un centro atrás que Martínez no pudo conectar. Huracán respondió con un ataque medio sucio: centro al área que el Roly Zárate impactó sin dirección y la pelota dio en un defensor. El árbitro Pompei cobró infracción y alejó los fantasmas. En síntesis, menos fútbol que público.

Una acción entre Alvarez y Papa que cortó justo a tiempo Facundo Quiroga fue lo más inquietante de un flojo primer tiempo, que se fue entre la firmeza defensiva de Huracán, algo casi inédito a lo largo del torneo, y la anemia ofensiva de un Vélez que mostró muchas ganas pero poco fútbol. Un primer tiempo en el que las diferencias entre un equipo que pelear por mantener la categoría y el posible campeón fueron practicamente nulas.

Treinta y nueve segundos demoró Vélez en el segundo tiempo para inquietar a Monzón. El Burrito Martínez se hamacó en la puerta del área y sacó un derechazo que rebotó en un defensor y se fue por arriba del travesaño. Enseguida llegó la respuesta de Campora con una mediavuelta que se perdió al lado del palo derecho de Barovero. Y, en la réplica, Tobio se proyectó como lateral derecho, ingresó al área y definió cruzado ante la salida del arquero. Cerquita.

A los 6 Silva quebró la monotonía y desató el comienzo del gran festejo. El uruguayo aprovechó una salida en falso de Monzón tras un tiro de esquina y abrió la cuenta con un cabezazo. Premio para los de Gareca que entendieron que había que cambiar de actitud para festejar en Parque Patricios. Ahora, la obligación cambiaba de mando. Era toda de Huracán.

A partir del gol se vieron destellos del Vélez que asombró al fútbol argentino. Movilidad en Martínez y Silva y un buen acompañamiento de Alvarez (recibió la quinta amarilla y se pierde el partido contra Racing). Pero Huracán mostró toda su vergüenza. Buscó el empate con coraje pero sin ideas. Con tiros de media distancia (Brítez Ojeda) y con algún intento individual de Nieto. Pompei expulsó a Facundo Quiroga y Domínguez pero no se notó.

Silva perdonó a los 21, cuando la tiró por arriba del travesaño tras un excelente centro atrás de Papa. Diez minutos después, Alvarez tocó al gol ante el achique de Monzón pero la pelota dio en la base del palo. Huracán tuvo una muy clara recién en el final. Un tiro libre en la puerta del área. Brítez Ojeda le dio fuerte y muy alto. La pelota voló a la tribuna y con ella toda la ilusión de los locales. En la última del partido, Matías Quiroga bajó a Alvarez y Pompei sancionó el penal. Ramírez (entró por Martínez) lo convirtió y la alegría viajó a Liniers.

Vélez ganó. Esta vez no brilló. Tuvo que esperar el partido de Lanús y Argentinos, un resultado que sonrió para que hoy mismo hubiera vuelta olímpica. Todavía queda lugar para un gran festejo en casa, ante Racing y con su público. El mismo que esta tarde se quedó con ganas de festejar en vivo un triunfo muy valioso.