Máxima y Guillermo de Holanda, en un escándalo inmobiliario – El diario El País de Madrid se hizo eco ayer de la noticia con un inquietante título: «Máxima y Guillermo de Holanda, acusados de fraude fiscal» . Bajo el título «Conmoción por el pago de los Orange en paraísos fiscales», el diario holandés De Volkskran arrojó luz ayer sobre un escándalo que roza a los príncipes Guillermo y Máxima de Holanda y que tiene como telón de fondo una operación inmobiliaria en una exclusiva playa de Mozambique.
El escándalo básicamente consiste en que parte del dinero destinado para el emprendimiento inmobiliario, que data de 2009, se habría transferido a través de una cuenta corriente en la isla de Jersey, un paraíso fiscal en el Canal de la Mancha. El gobierno de turno del entonces premier Jan Peter Balkenende no hizo pública la transacción sino que sólo la informó a la comisión de Servicios de Inteligencia y Seguridad, reservada para la información confidencial del Estado, arrojando sombras de duda sobre la operación, según el periódico.
El diario El País de Madrid se hizo eco ayer de la noticia con un inquietante título: «Máxima y Guillermo de Holanda, acusados de fraude fiscal» .
Lo cierto es que para octubre de 2009, las autoridades de Mozambique estaban encantadas con el proyecto de los príncipes para construir un lujoso resort en Machangulo y l amentaban la mala prensa que tenía la iniciativa . Para el país africano, la pública actividad inversora de los príncipes holandeses era una manera de publicitar a Mozambique como un lugar seguro para la inversión . Y que los Orange vacacionaran allí abría la puertas a visitar un país con una geografía hermosa .
Pero en Holanda el proyecto cayó mal desde un principio . Buena parte de la población pidió al príncipe que abandonara la idea, sugiriendo que la pareja real no podía elegir como lugar de vacaciones un sitio tan remoto y un país tan pobre como Mozambique. Además, los gastos de seguridad eran enormes y la crisis financiera terminaba de hundir el plan. Los príncipes de hecho lo abandonaron.
El escándalo surge ahora con la revelación del diario De Volkskran de que los príncipes pagaron parte del proyecto a través de un paraíso fiscal y que encima esa transacción se guardó en secreto. El Servicio de Información del gobierno holandés tuvo que salir a aclarar que los príncipes «nunca lucraron» y que pagan todos los impuestos como corresponde.
Pero el Parlamento cuestionó «la moral de los Orange a la hora de manejar su dinero». El premier Mark Rutte manifestó que es «lamentable que se haya publicado una información secreta», pero no agregó detalles de montos ni de la suerte del proyecto de la villa mozambiqueña que al parecer fue construida pero nunca vendida.
No es la primera vez que los Orange son criticados por sus finanzas. En 2009, la princesa Cristina, hermana menor de la reina Beatriz, puso su herencia en la isla de Guernsey, otro paraíso fiscal.
