Le ganó la final a Federer por 7-5, 7-6, 5-7 y 6-1, y levantó por sexta vez la copa en el Grand Slam francés, la misma cantidad que el sueco.

Nadal extendió su reinado y alcanzó el récord de Borg – Además, retuvo el número uno en el ranking de la ATP. «El número uno no peligra, está finiquitado», decía Rafael Nadal después de perder ante Novak Djokovic la final en el Masters 1.000 de Madrid. Muy probablemente esto ocurrirá en las próximas semanas, pero eso no invalida el gran esfuerzo que el español está haciendo para mantenerse en lo más alto del ranking. Con su victoria de hoy ante Roger Federer por 7-5, 7-6, 5-7 y 6-1, se coronó por sexta vez en Roland Garros, alcanzó el récord de Bjorn Borg en el Grand Slam francés y retuvo el número uno que amenaza seriamente Djokovic.

Un golpe de timón a tiempo dio Rafael Nadal en la cancha central de Roland Garros. Es que Roger Federer había sorprendido de entrada con un quiebre en el segundo game del partido para ponerse y llegó a tener una ventaja de 5-2 en el set inicial. Entonces el número uno del mundo sacó a relucir su fortaleza mental e hizo valer todo el peso de su historia en este torneo. Quebró en el noveno game para quedar 5-4 abajo y en un abrir y cerrar de ojos Roger se quedó con las manos vacías. Rafa repitió el quiebre en el undécimo juego y cerró con autoridad el set inicial por 7-5.

El partido fue interrumpido después de una hora y 55 minutos por la lluvia cuando Nadal dominaba por 7-5, 5-4 (40-40), justo después de que Rafa tuviera un set point. Se fueron a los vestuarios, y las imágenes de televisión ofrecieron a Federer acostado en una camilla para recuperar fuerzas. A la vuelta, tras 13 minutos y sin volver a entrar en calor, Nadal tuvo otra oportunidad para cerrar el parcial, que Federer anuló, pero el español lo definió en el tie break.

Parecía que Nadal lo tenía definido cuando quebró en cero para ponerse 4-2, pero Roger pagó con la misma moneda en el juego siguiente y eso le dio el envión necesario para quedarse con el tercer set mandarle a Rafa el mensaje de que no le iba a resultar fácil levantar su sexta copa en París.

Federer lo puso contra las cuerdas en el inicio del cuarto. Rafa estaba 0-40 con su saque y parecía que el suizo podía llegar a complicarlo aún más. Pero no fue así. El español aprovechó la falta de contundencia de su rival para darlo vuelta, se puso 1-0 en el cuarto set y terminó de quebrar la resistencia de Roger.