Cayó a 3.352 mts. por minuto. “Ellos sabían qué pasaba”, dijo la esposa de una de las 228 víctimas.

El avión de Air France demoró tres minutos y medio en caer al mar – Ellos sabían qué pasaba: que estaban cayendo al mar «, comentó Renata Mendonca, cuyo marido murió en la tragedia. l comandante del avión de Air France que se estrelló hace dos años se encontraba en la cabina, aunque no en los controles, mientras la tripulación luchaba por recuperarse de una entrada en pérdida a gran altitud que se produjo cuando el avión ingresó en una zona de turbulencia moderada. Según la primera cronología del vuelo –en el que ninguno de los 228 pasajeros sobrevivió y publicada ayer por los investigadores franceses–, la caída duró unos «eternos» tres minutos y medio.

El informe confirmó la hipótesis original de que la pérdida de datos sobre la velocidad –probablemente debida al congelamiento de los sensores– puso en marcha la cadena de acontecimientos que llevó a la caída del vuelo 447 durante su viaje de Río. Pero dijeron que es demasiado pronto para decir si el accidente fue resultado de errores cometidos por los pilotos o de una falla técnica mientras el avión caía en picada desde 11.582 metros, estrellándose en el mar a casi 3.352 metros por minuto.

Los familiares de las víctimas aseguraron que el informe final que se dará a conocer en julio será el válido aunque quedaron impactados por los datos de ayer. En especial, quedaron shockeados con la divulgación de que la caída duró más de tres minutos. «El informe tiene conversaciones cortadas, tal vez para no darle a las familias los sonidos de la desesperación y el horror.

El avión cayó en tres minutos y medio y la cabina estaba presurizada. Ellos sabían qué pasaba: que estaban cayendo al mar «, comentó Renata Mendonca, cuyo marido murió en la tragedia.

«Todavía estamos tratando de interpretar esta información para tener un conocimiento más cabal de lo que ocurrió», dijo Jean-Paul Troadec, director de la Oficina de Investigaciones y Análisis de Francia (BEA).

La cronología publicada ayer se basaba en una primera síntesis de unos 1.300 datos de las computadoras del avión y las grabaciones de las últimas dos horas de conversaciones en la cabina. Información registrada en las cajas negras de la nave, recuperadas este mes.

Según el informe, el primer indicio de que había un problema se manifestó a tres horas cuarenta minutos de iniciado el vuelo el 1° de junio de 2009, cuando se desconectaron las funciones de piloto automático. Luego sonó dos veces el aviso de pérdida de altura. «Perdimos las velocidades», dijo el copiloto mientras tomaba el control manual. Diez minutos antes, el capital del avión, Marc Dubois, se había retirado a dormir al sector de descanso de la tripulación, procedimiento normal en los viajes largos , aclaró Air France. Antes de retirarse, él y los dos copilotos hablaron sobre que estaban entrando a una zona de turbulencias . A los auxiliares de vuelo también se les advirtió que se avecinaban turbulencias. Pero segundos después de haberse apagado la función de piloto automático, el copiloto llamó al capitán para que volviera a la cabina. Las pantallas seguían mostrando datos de velocidad inválidos. Un indicador de velocidad del aire defectuoso puede llevar a los pilotos a volar más rápido o más lento de lo que puede aceptar el avión, explicaron los investigadores.

El avión abruptamente perdió velocidad , alterando el flujo de aire sobre las alas. El copiloto a cargo reaccionó ante los avisos levantando la nariz del avión. Cuando el avión perdió velocidad, comenzó a subir, llegando a la altitud máxima de 11.582 metros.

Dos minutos después, con el avión perdiendo impulso y comenzando a sacudirse de izquierda a derecha, el capitán regresó a la cabina. El avión había caído unos 900 metros y su nariz apuntaba hacia arriba. La tripulación siguió esforzándose por recuperar sustentación mientras la nave atravesaba a toda velocidad los 3.000 metros con su nariz siempre hacia arriba. Los motores siguieron funcionando hasta el final y siempre respondieron a las órdenes. Dos minutos antes del impacto, el copiloto advirtió que seguía sin información de la velocidad. En el último minuto, le entregó el control a otro tripulante, el capitán, sentado en el segundo asiento. «Hazlo tú, asume la dirección», dijo. El avión entonces recibió órdenes de las palancas de ambos asientos. Entonces, la grabación se detuvo.